La periodista Anahí Torres sufrió amenazas directas tras reportajes sobre espionaje estatal; investigación revela un ecosistema de censura y agresiones en el periodismo potosino.
La periodista Anahí Torres denunció que el 2 de octubre fue víctima de un atentado en San Luis Potosí al salir de su oficina, cuando cuatro hombres armados la interceptaron y amenazaron, así como a sus colegas Omar Niño y Carlos Domínguez. Torres atribuye el ataque a sus investigaciones sobre una red de espionaje estatal que, asegura, incomodó al gobernador Ricardo Gallardo y al secretario de Gobierno, Guadalupe Torres Sánchez.
El caso refleja un patrón más amplio: según un estudio de Desiertos de noticias locales, el periodismo en SLP enfrenta amenazas, presiones gubernamentales y bloqueos informativos, lo que ha afectado la libertad de expresión y el derecho a la información. De los 11 municipios estudiados, cinco son desiertos informativos, donde prácticamente no hay cobertura periodística independiente, mientras que otros presentan escasa oferta informativa por censura y riesgos del crimen organizado.

Los medios potosinos operan en un ecosistema marcado por contratos laborales precarios, dependencia de financiamiento público y concentración mediática, lo que dificulta el periodismo crítico. Incluso los llamados bosques informativos, como San Luis Potosí y Ciudad Valles, reportan intimidaciones, bloqueos y amenazas a periodistas.
El reciente atentado contra Torres ha concidado con tácticas de silenciamiento y desinformación, incluyendo campañas de desprestigio y hackeos a medios locales. La situación se agrava por la falta de autonomía de líderes locales; por ejemplo, el líder cañero César Malibrán admitió firmar documentos sin revisar su contenido, revelando manipulación política desde el gobierno estatal y la instrumentalización de figuras locales para atacar a periodistas críticos.
Este conjunto de agresiones ha generado estrés, bloqueos laborales y autocensura entre reporteros, quienes deben recurrir a estrategias de autoprotección, como cobertura en grupo o anonimato en publicaciones. Frente a esto, la presidenta Claudia Sheinbaum se comprometió a revisar el caso de Anahí Torres.
Deja un comentario