Quién lo diría. Mientras los derechosos, fifís, neoliberales y conservadores traidores a la patria, se desviven desde sus trincheras con ignominiosas consignas diarias, por cierto iterativas; “un peligro para México”, “somos Venezuela” o “nos llevan al socialismo”, lo cierto es que nuestro Presidente, el licenciado Andrés Manuel López Obrador ha ido a pie juntillas cimentando las bases de esta nuestra llamada Cuarta República, o mejor conocida en el mundo como “La cuarta transformación de la vida pública de México”.
En este momento tan importante para la mayoría de los mexicanos (71% según las encuestas) y tan frustrante para aquellos ofuscados aspiracioncitas que perdieron sus privilegios económicos, políticos o de influencia, podemos asegurar que lo dicho en las múltiples pero necesarias campañas políticas por la presidencia de México hechas a lo largo del país por AMLO, era cien por ciento verdadero que la corrupción es el peor mal del país, que los pobres deben ser primero (por el bien de México primero los pobres), que no puede haber gobierno rico con pueblo pobre y que la austeridad republicana en conjunto con el combate a la corrupción nos dejaría dinero suficiente para promover el desarrollo social.
Esta realidad les duele a nuestros adversarios, (porque son nuestros) de los ciudadanos consientes, no solo del presidente. Y nos puede a todos el papel de los medios de comunicación que durante los últimos años (como 100), su inmoralidad y falta de ética los han llevado al alarmismo, amarillismo y a la desinformación.
Así mismo, AMLO ha destacado el servilismo y sometimiento al poder económico de los mal llamados intelectuales orgánicos, “y todo porque vivían colmados de atenciones y llenos de privilegios; el rey de ellos Loretito de Mola, quien ha creado fama como #lordmontajes.
Es trabajo arduo descubrir la verdad del “chayote” La lista de periodistas que recibieron fortunas del Gobierno de Peña Nieto, es una triste confirmación de lo brutal del desfalco al erario para comprar conciencias y acallar críticas. Más de mil millones de pesos repartidos en unas cuantas personas dedicadas a la “opinión intelectual”. En su mayoría se trata de conductores de programas de televisión y radio que a la vez publican columnas de opinión en algún diario. Joaquín López Dóriga encabeza la lista con 251 millones y le siguen Óscar Mario Beteta (74 mdp), Adela Micha, Ricardo Alemán, Raymundo Riva Palacio, Pablo Hiriart, Jorge Fernández Menéndez con cifras que superan los 20 millones de pesos, Loret de Mola, entre otros.
“Eran los hijos predilectos del régimen. Dueños de medios de comunicación, periodistas famosos, columnistas, intelectuales como Aguilar Camín y Krauze. Por décadas, fueron los jefes de la narrativa. Causaron un daño tremendo, porque cooptaron a la inteligencia, el derecho a la información y eran la mayoría de los escritores. En México un columnista de opinión puede embolsarse medio millón de pesos al mes mientras los reporteros de su medio de comunicación ganan 20 mil pesos al mes. Como en el porfiriato que estaban al servicio del régimen y del poder económico”, dicho por el Primer Mandatario de México.
Por fin vemos claro que, a pesar del control en los medios por parte del conservadurismo, no les alcanzó y la Transformación seguirá adelante. En parte gracias a las “benditas redes sociales” que, aunque censuradas siguen siendo el único acceso real a la pluralidad de ideas libertarias; con dignos e imparciales representantes como Vicente Serrano, El Chapucero, Hans Salazar, Juncal Solano, Abraham Mendieta, Nopal Times, Quesadilla de Verdades, Tu Profe de Ri, entre otros muchos, muchísimos grandes nuevos informadores nacidos de la necesidad del pueblo. Ahora son los medios tradicionales los que han migrado a las redes sociales, buscando, sin éxito, por cierto, hacer competencia a los youtubers y tuiteros.
Hoy, en el marco de su gira por Centroamérica queda claro que la preocupación de AMLO ya no es sentar las bases de la cuarta transformación, misión cumplida. Ahora su fin es crear un liderazgo internacional, comenzando con los pueblos hermanos de América Latina, su lema: crear una Unión Americana, como el ideal de Simón Bolívar, con la imagen insigne de el benemérito de las Américas, Don Benito Juárez.
Los protocolos oficiales se cumplieron en esta gira y AMLO fue recibido con beneplácito por sus cinco homólogos. El jueves por Alejandro Giammattei (Guatemala); el viernes, pasado el mediodía por Nayib Bukele (El Salvador), y hacia la noche por Xiomara Castro (Honduras), en tercer día de gira por Centroamérica y el Caribe visita Belice un encuentro bilateral con el primer ministro, John Briceño y Miguel Díaz-Canel en Cuba, quienes de una u otra manera destacaron la posición que nuestro presidente ha asumido en el liderazgo para el apoyo e integración de América Latina y el Caribe.
La visita al Salvador, en medio de un polémico estado de excepción decretado a petición de Bukele, por los altos índices de violencia generado por las pandillas. Al estilo de cualquier gira de ALMLO por nuestro país, en el camino del aeropuerto de la capital salvadoreña a la Casa Presidencial, destacaban pancartas con mensajes de bienvenida al presidente: “El Salvador te agradece Sembrando Vida”. AMLO felicitó a Bukele por tener el apoyo de su pueblo y destacó que ese país haya sido el primero de la región en aceptar y aplicar los programas sociales llevados por México.
Por otro lado, la presidenta progresista Xiomara Castro recibió a López Obrador en Tegucigalpa, Honduras. Ambos bien acompañados: Beatriz Gutiérrez con Andrés Manuel y Manuel Zelaya (Ex presidente Hondureño) con Xiomara. Un encuentro memorable y trascendente para ambas naciones. López Obrador festejó que Honduras cuente con un proyecto progresista. Xiomara Castro. cerró el protocolo diciendo, casi como mexicana: “Como dicen en México. “Es un honor estar con Obrador”.
En Honduras AMLO recibió la condecoración con la Orden Civil José Cecilio del Valle en grado de Gran Cruz Placa de Oro. En Cuba la condecoración José Martí en La Habana, la máxima distinción que entrega el gobierno cubano y el tercer honor más alto sólo detrás de los títulos de Héroe de la república y Héroe del Trabajo.
Con beneplácito son recibidos en Centroamérica los programas sociales mexicanos, exportados allá por AMLO como muestra de que su política social es universal y solidaria con los pobres del mundo, qué sigue, la conquista de Sudamérica. Si esto hace un presidente que encontró una nación en ruinas, qué haría si tuviéramos más presupuesto. Se lo dejo de tarea.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.