Durante su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó los resultados de la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) sobre la “Percepción social sobre el desempeño de autoridades”. Los resultados destacaron a la Marina y al Ejército como las instituciones con mayor aprobación, alcanzando 86.7% y 84.3%, respectivamente. La Guardia Nacional también obtuvo una calificación positiva del 77.2%, consolidándose como una de las autoridades con mejor percepción ciudadana.
El presidente subrayó la importancia de que la Guardia Nacional dependa operativa y administrativamente de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Según López Obrador, esta medida asegurará que la Guardia Nacional no sufra el destino de la extinta Policía Federal, que, según explicó, se corrompió al contar con un gran número de elementos no disciplinados, muchos de los cuales terminaron involucrados en actividades delictivas. “La gente aprueba el desempeño de la Guardia Nacional; no teníamos una institución que garantizara la seguridad pública”, afirmó el mandatario.
Además, el presidente proyectó los resultados de la encuesta sobre la percepción de corrupción en autoridades para 2024, también realizada por el INEGI. La Policía de Tránsito lidera la lista con una percepción de corrupción del 72%, seguida por los jueces (64.6%) y la Policía Preventiva Municipal (64.4%). En contraste, la Guardia Nacional y el Ejército registraron los menores índices de percepción de corrupción, con 30.6% y 25.5%, respectivamente. Estos datos refuerzan la argumentación de López Obrador sobre la necesidad de mantener a la Guardia Nacional bajo el mando de la SEDENA para garantizar su integridad y permanencia.
López Obrador también mencionó que la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que próximamente estará bajo la dirección de García Harfusch, tiene otras responsabilidades como la coordinación de las policías estatales, la seguridad pública a nivel nacional y la protección civil. El presidente aprovechó para recomendar a las autoridades locales y gobiernos estatales solicitar el apoyo de la Guardia Nacional en sus estrategias de seguridad.
Finalmente, el presidente criticó a la élite conservadora que tacha la medida de militarización, señalando que la propuesta no busca militarizar la seguridad pública sino fortalecer una institución que cuenta con la confianza del pueblo. “Estoy contento y tranquilo porque con la reforma para que la Guardia Nacional dependa de la SEDENA, todos los esfuerzos no se van a echar por la borda con el paso del tiempo”, concluyó López Obrador.