Amlito: El mayor temor de la derecha

Hace unos días la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) por mayoría de votos acordó sancionar al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) por utilizar la caricatura inspirada en nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en la propaganda de su partido. Por lo cual también queda prohibido su uso para proselitismo político electoral de cualquier índole. Dicha situación me obliga a dejar reflejada mi postura al respecto en los siguientes trazos.

Origen del símbolo

El dibujo de “Amlito” fue diseñado en el 2005 por José Jorge García Monero Hernández, uno de los mejores caricaturistas políticos de nuestro país y que cuenta con una amplia trayectoria como militante del obradorismo y de las causas populares. Que haya sido el creador del símbolo en cuestión no es casualidad, aunque seguramente desconocía el impacto que éste tendría después de hacerlo.

Y es que eran los tiempos del desafuero de AMLO y de la campaña electoral por la presidencia del país. La guerra sucia contra Obrador comenzaba en la lucha por la nación, que México por fin fuera para los más pobres o que siguiera en pocas manos corruptas de esa minoría rapaz.

En ese contexto “Amlito” surge como un estandarte de lucha que debe resistir el mega fraude realizado en 2006. El robo de Calderón trajo consigo miles de asesinatos y un clima de verdadero terror en el país. Pese a eso, a la par de la figura de AMLO, su caricatura también ganaba popularidad y en todos los eventos del obradorismo se le podía ver, se convirtió también en un artículo muy vendido. Sobrevivió también el sexenio de Enrique Peña Nieto y llegó junto a Obrador a instaurar la Cuarta Transformación (4T) en 2018.

La caricatura política

Por otro lado, es necesario mencionar que las artes tienen una función especial en la lucha política, a través de ellas se pueden hacer llegar mensajes de mejor manera. Es decir, llegan a tener una función pedagógica y también didáctica. Por eso, han existido grandes revolucionarios que han sido poetas, muralistas, músicos, actrices y actores, escritores y todo lo que implique la creación artística.

En ese sentido, los caricaturistas no podrían quedarse atrás. Desde tiempos del porfiriato ya la caricatura política hacía sus apariciones y tenía una función fundamental que también contribuyó de buena manera al inicio de la Revolución Mexicana. Así, se fueron creando y desarrollando bastantes revolucionarios que a través de sus dibujos hacían una crítica social pero también cumplían la función de concientizar al pueblo de México. Mención honorífica debería tener Eduardo del Río “Rius” que fue precursor en esa escuela de caricaturistas mexicanos.

Amlito somos todas y todos

Aunque el TEPJF pretende prohibirnos el uso de Amlito, que sepan todas las personas, incluido el promotor de esa prohibición, el parásito plurinominal de Movimiento Ciudadano (MC), Jorge Álvarez Maynez, que no podrán detener el movimiento obradorista, sus recursos son solo patadas de ahogados ante su inminente derrota.

Le temen a una caricatura por lo que representa, pero Amlito  es el MORENA, es el obradorismo, y ese ya está en el imaginario colectivo del pueblo de México. La politización hizo que la mayoría de la población cambiara y esa gran parte de personas van a seguir construyendo un mejor país, aunque hagan lo que quieran. Contrario a ustedes, nosotros lo tenemos claro, prohibido prohibir.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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