Bajo el gobierno de Javier Milei, presidente ultraliberal, Argentina ha sido testigo de un severo ajuste fiscal desde su inicio, con promesas de abordar la creciente inflación y desmantelar el aparato estatal, provocando un agravamiento en las tensiones políticas y sociales.
Al iniciar su mandato, Milei declaró: “No hay plata”. Dos de sus principales compromisos fueron combatir la inflación y recortar el tamaño del Estado.
A tres meses de asumir el cargo, Milei enfrenta un Congreso resistente que ha bloqueado sus esfuerzos de reforma más significativos, incluido un controvertido megadecreto que busca desregular la economía y una amplia Ley Ómnibus.
A pesar de estos obstáculos legislativos, ha avanzado con políticas extremas, como la interrupción de proyectos de infraestructura, una dramática devaluación de la moneda y profundos recortes en el gasto público, en una cruzada por alcanzar un déficit fiscal cero que ha tenido un impacto temporal positivo en las finanzas nacionales. Sin embargo, estas medidas han intensificado la inflación, erosionado gravemente el poder adquisitivo de los ciudadanos y generado oleadas de protestas en respuesta a los recortes sociales.
En el escenario internacional, Milei ha generado interés durante su participación en el Foro Económico Mundial en Davos y ha demostrado un especial interés en fortalecer los lazos con Israel, manteniendo un estilo de liderazgo y comunicación inusual. A pesar de enfrentar críticas severas por sus políticas económicas draconianas y los recortes en apoyo social y educativo, su aprobación se mantiene sorprendentemente cerca del 50%, lo que refleja una división en la percepción pública sobre su enfoque para gobernar Argentina.
Es importante mencionar que las poblaciones que todo el país ha sido afectado por el alza de precios y los recortes de presupuesto: desde investigadores reconocidos, hasta la población generalizada, que tiene que decidir entre comprar comida o medicamento, pues se reporta que los medicamentos aumentaron 40 puntos porcentuales más que la inflación general, lo que provocó una caída descomunal de sus ventas.
Todas las acciones empredidas por su gobierno han generado fuertes tensiones sociales, lo que ha llevado a ciudadanos a ejercer su derecho legítimo a protestar y manifestarse, sin embargo, han sido reprimidos por la policía.
Diego Giacomini, examigo y coautor de cuatro libros de economía de Milei, apunta a que el presidente ultraliberal ha construido su visión con base en una misión que “consiste en transformar Argentina y llevarla a la filosofía del Número Uno, que es Dios, el liberalismo; y sacarla de la filosofía de Satán, que es el socialismo”.
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