Hace poco más de un año, el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas; Kathy Baughman McLeod (de Fundación Rockefeller); Mauricio Rodas (de las Ciudades Líderes por el Calor Extremo) y Laura Ballesteros, secretaria de Desarrollo Urbano y Ecología, anunciaron oficialmente la Oficina de Calor Extremo.
Por aquél entonces, se trató de justificar la necesidad de una oficina que investigara sobre el calor extremo y cómo combatirlo, pues se consideró como una causa de muerte con un índice alto.
Sin embargo, qué ha sido de esta oficina y por qué no se ha pronunciado en la actual ola de calor de la semana pasada y la actual, cuyo pronóstico es mayor a los 40°C en la mayor parte del país. Incluso, como bien se advirtió, ya se han reportado algunos fallecimientos por «golpe de calor» en algunos estados.
Ahora bien, se dijo que Surella Segú Marcos sería la titular y jefa de este proyecto y que trabajaría desde la Secretaría de Educación (SEDU), con cinco investigadores y académicos. Además, que recibiría 50 mil dólares anuales de financiamiento internacional.
No obstante, ante la situación actual, solo se ha tenido silencio de este ente gubernamental. Otros, por ejemplo, Protección Civil del estado, al menos ha emitido algunas recomendaciones para protegerse de las altas temperaturas y alguno que otro consejo para mitigar el calor.
Ante esta situación, es casi obligado preguntar qué acciones se están realizando en la Oficina de Calor Extremo de Monterrey, ya que esta era una gran oportunidad para lucirse, la cual se ha dejado escapar. Tanto presumir en su inauguración que, cuando se le requiere, parece no existir.
Según Colosio Riojas, el propósito de la Oficina de Calor Extremo sería implementar estrategias de respuesta y propuestas de mitigación para proteger a los ciudadanos de olas de calor.
Sin embargo, 50 mil dólares después, no ha habido ni una respuesta ni propuesta de su parte en esta ola de calor ¿Entonces?
Por otra parte, resulta importante resaltar que esta ola de calor es producto de un fenómeno climático y anual, del cual no es responsable gobierno alguno. No obstante, el no actuar con una política pública adecuada para afrontar estos fenómenos son, en gran parte, causantes de un mayor caos.
En Nuevo León, principalmente, se sigue apostando por atraer inversión extranjera que preocuparse por implementar estrategias que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos. Quienes, por falta de información, contribuyen al problema, pues malamente creen mitigar el problema del calor extremo tan solo con adquirir un aire acondicionado.
He ahí donde deberían pronunciarse desde la Oficina de Calor Extremo e informar de por qué tal medida es inadecuada, ya que pueden generarse otros problemas ambientales con el aumento del uso del aire acondicionado.
Ya ni se diga de otra clase de problemas, como el energético, que, dicho sea de paso, se han registrado varios reportes sobre la falta de energía eléctrica, lo cual ha generado más problemas.
Ciertamente, una cosa lleva a otra, por lo cual ignorar una, provocará que se originen nuevos problemas. Por todo, vale preguntarse ¿y la Oficina de Calor Extremo?
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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