¿Qué tan necesario es que el presidente Andrés Manuel López Obrador lidere una marcha, caminando hombro a hombro con el pueblo de México? ¿Es la razón o el orgullo el principal motivo de la misma? Considero, no tan sólo necesario que AMLO marche con los ciudadanos, es absolutamente obligatorio que lo haga. Y la razón, la razón no participará este domingo.
Un corazón valiente gobernará los pies, las manos y las gargantas de millones de mexicanos quienes confían absolutamente en nuestro presidente. López Obrador no es un mandatario normal ni ordinario. La oposición le exige que se comporte a la altura de su investidura pero olvida que la ilusión que ellos nostálgicamente añoran, no llena las expectativas de todos aquellos mexicanos quienes buscarán sentirse aún más cerca de Andrés, Manuel, López u Obrador, cualquiera al que los mexicanos de a pie le tengan más entrañable cariño.
El pasado 13 de noviembre de 2022 la ciudadanía marchó en defensa del INE. La convocatoria era estrictamente civil. Sin embargo, fuimos testigos de que cientos de políticos de todos los niveles se sumaron al contingente en Ciudad de México y en el resto de las ciudades del país dónde se replicaron las movilizaciones. Una pasarela de figuras públicas que arengaban a la gente a defender la democracia contra el dictador López Obrador. Patéticamente, los ciudadanos no sabían con cabalidad para qué marchaban pero sí contra quién. Coléricos gritaban consignas contra el dictador pata rajada quién irónicamente los dejó libremente caminar por las calles para gritarle improperios hasta el cansancio. La oposición se manifestó en defensa de la democracia que naturalmente gozamos en México. Increíble.
Muchos objetan que la decisión de AMLO para salir a las calles fue resultado de un sentimiento visceral, del ardor de haber visto a miles de mexicanos en su contra. No lo creo así. Es su legítimo derecho hacerlo. Más aún como presidente. Es la manera más natural que él conoce para hacer la voluntad del pueblo. Marchar entre olas de personas que lo acompañarán y respaldarán. Es la forma más sucinta de expresar lo que quiere lograr en las Cámaras: una REFORMA POLÍTICA. Y sí, quizás le picaron las costillas y le hicieron cosquillas a su orgullo pero con cada paso que dé el domingo 27 de noviembre de 2022, AMLO pisará el rancio establishment que Claudio, Roberto, Elba, Mariana, Margarita, Felipe, Vicente, Marko, Jesús, Alejandro, Carlos, Sandra, Ricardo y tantos más, extrañan.
En la Ciudad de Veracruz la caminata será de agradecimiento. Lo sé con absoluta seguridad. Más de mil hombres y mujeres pertenecientes a los sindicatos de Maniobristas, Estibadores y Checadores del Puerto Jarocho, se sumarán a la organización de la marcha en esa zona. El líder portuario, Alejandro Pulido Cueto, lo expresó en una reunión que sostuvo con representantes extranjeros del Consejo Internacional de Estibadores: “el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido el único mandatario quien humanitariamente atiende el robó que nos ocasionó el neoliberalismo. Por eso, estaremos con él hasta donde tope”. Y con ese sentimiento tan profundo, realizarán la marcha del orgullo, ¡humanista!
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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