¿Hasta cuándo habrá calma para los corazones de las madres y padres de Ayotzinapa?
Hiela la sangre ver el informe de la Comisión de la Verdad, por todo lo evidenciado en ese texto, mostrando no solo el abominable actuar de los gobiernos neoliberales, capaces de infligir extremo dolor a quien por ideología creen una amenaza; sino la colusión de las organizaciones del crimen organizado con el Estado en todos sus niveles.
Están por cumplirse 8 tortuosos y lastimeros años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Normal Isidro Burgos. Suceso que indignó al país entero y hasta el día de hoy no se han podido localizar a los jóvenes normalistas.
Hoy los estudiantes de la Normal; la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM); los padres de los estudiantes desaparecidos, el pueblo de Ayotzinapa y en sí, México entero exige JUSTICIA.
Alejandro Encinas ha sido profundo, constante y tajante en su labor por encontrar la verdad del suceso y más cuando el Estado neoliberal manoseó la realidad, profanándola y ofreciéndola al pueblo como un engaño al desnudo. Difícil labor para Encinas, encontrar la verdad en un mundo de corrupción y mentira.
Muchos participaron y muchos pierden al conocerse lo que realmente sucedió. Por eso es que han obstaculizado todas las directrices y hasta el más nimio detalle que aporte pistas para dar con el paradero de los jóvenes, ha sido obstruido.
En este suceso, con un complejo entramado de situaciones y personajes hay diversas vertientes por resolver, muchos caminos por andar y variados niveles para llegar a la Justicia, debiendo pasar por múltiples etapas que llevarán al objetivo principal: La verdad. Una verdad que Encinas y los equipos de investigación han deshebrado poco a poco.
Sí fue un crimen de Estado, el Ejército sabía los pasos que daban los estudiantes debido al infiltrado que estaba ingresado en la Normal, haciéndose pasar como compañero; hoy queda plasmado en este amplio informe de la Comisión, faltando solo ponerle nombres a todos los culpables.
Los estudiantes de la Normal Isidro Burgos piden castigo para Peña Nieto. Porque no hay crimen de Estado de gran magnitud que no involucre la más alta esfera del poder. Si Murillo Karam, exprocurador lo sabía, Peña también lo sabía y ni hicieron nada por impedirlo, como tampoco hicieron nada por encontrar a los estudiantes y dar respuestas fehacientes al pueblo de lo acontecido.
El Ejército también colaboró, lo cita el informe. Altos mandos estuvieron implicados y la verticalidad de la corporación impide efectuar acciones sin el conocimiento y aval de un mando superior.
Cienfuegos y Peña Nieto deben responder por este crimen de Estado y sus subalternos implicados.
Que caigan las cabezas de los culpables. Y que se encuentre a todos los estudiantes.
Solo así habrá JUSTICIA para los padres y para el pueblo mexicano.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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