El director del Instituto de Formación Política de Morena, Rafael Barajas, indicó que no solo los exfuncionarios federales son responsables de la construcción de la “verdad histórica”, la cual explicaba falsamente por la desaparición de los jóvenes estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, sino que los periodistas que apoyaron esta mentira son igual de responsables.
Mediante sus redes sociales, Rafael Barajas ‘El Fisgón’, indicó que las revelaciones de la Comisión de la Verdad sobre el caso Ayotzinapa cambia muchas cosas sobre lo acontecido, por lo que reveló el gobierno de Enrique Peña Nieto no es más que basura.
Tras presentarse las conclusiones preliminares de la investigación hecha por la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, usuarios de redes sociales comenzaron a recordar que uno de los principales defensores de la versión de los hechos de la extinta Procuraduría General de la República (PGR) fue Carlos Marín. Como prueba utilizaron un fragmento de un programa emitido en 2017, donde este señala que los padres de los 43 jóvenes desaparecidos deberían pedir perdón al procurador Jesús Murillo Karam por las ofensas que le hicieron.
Luego de presentarse los conclusiones preliminares de la investigación realizada por la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, usuarios de redes
“Es la investigación criminal más exhaustiva en la historia de México luego del asesinato de Luis Donato Colosio [candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional en 1994]”, dijo entonces.
Otro comunicador que ha defendido la “verdad histórica” es Ciro Gómez Leyva, quien ante el informe presentado el pasado jueves por el subsecretario de Migración y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, dijo que lo expuesto por Jesús Murillo Karam se mantiene intacto “en su esencia”. Al final de su noticiero en Imagen Televisión, el periodista señaló que ambas versiones indican que los normalistas fueron interceptados, sometidos, secuestrados, asesinados y desaparecidos por grupos criminales coligados con autoridades municipales fundamentalmente.
“Lo demás será mucho más política que justicia porque la Cuarta Transformación no se puede ir en blanco con los 43 de Ayotzinapa”, expresó. En tanto, dijo que no se busca penalizar a los asesinos de los jóvenes sino a servidores públicos del pasado.
Cabe destacar que la nueva indagatoria niega, entre otras cosas, que todos jóvenes fueran incinerados en el basurero de Cocula, pues nunca estuvieron juntos, y que sus restos tampoco fueron vertidos en el río San Juan, sino que fueron depositados en distintos lugares. Asimismo, la última investigación asegura que días después «asesores de México» se reunieron con José Luis Abarca, entonces presidente municipal de Iguala, Guerrero, para que estos últimos «pudieran limpiar». Aunque ello no es indicio de que se tratara de autoridades gubernamentales, se cita un mensaje donde directamente se dice que Tomás Zerón, extitular de la Agencia de Investigación Criminal, estaba mandando a limpiar todo «el caso de los chicharrones».
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