Incendio en Hong Kong arrasa con 8 torres: 13 muertos 

Un incendio de nivel 5 arrasó ocho torres en Hong Kong, dejando al menos 13 muertos, 15 heridos y decenas de personas atrapadas, mientras la lenta respuesta oficial encendió la indignación ciudadana en una de las zonas más densamente pobladas del mundo.

Hong Kong enfrenta uno de los peores desastres urbanos de los últimos años, luego de que un incendio de alerta 5 —la categoría más grave— consumiera ocho torres residenciales en el Tribunal Wang Fuk. De acuerdo con autoridades policiales y del Departamento de Bomberos, al menos 13 personas perdieron la vida, entre ellas un bombero de 37 años, y otras 15 resultaron heridas, en un complejo donde viven miles de familias hacinadas.

Videos difundidos en redes muestran colosales columnas de humo elevándose entre los edificios, mientras los tradicionales andamios de bambú —altamente inflamables— ardían como antorchas verticales, alimentando la propagación del fuego en cadena. Residentes reportaron que decenas de personas quedaron atrapadas sin posibilidad de evacuar.

Un elemento crucial que encendió la molestia pública fue la percepción de una respuesta tardía e insuficiente. Una residente de apellido Cheung declaró al diario local que “los edificios arden en cadena y nadie parece apagarlos”, recordando que en obras cercanas ya se habían multado a obreros por fumar en zonas prohibidas, un riesgo evidente en un entorno con materiales tan propensos a incendiarse.

El jefe ejecutivo John Lee anunció que ordenó un “esfuerzo máximo” de todos los departamentos gubernamentales, además de expresar condolencias a las familias afectadas. Sin embargo, jefes policiales de Tai Po reconocieron que ninguno de los bloques ha sido controlado por completo, lo que impide inspecciones piso por piso para determinar cuántas personas continúan atrapadas.

La tragedia vuelve a poner bajo el reflector la vulnerabilidad de Hong Kong, una ciudad caracterizada por urbanizaciones densamente pobladas, donde miles de unidades habitacionales conviven con obras de renovación constantes, andamios inflamables y condiciones climáticas secas.
Expertos han advertido repetidamente que este tipo de infraestructura, combinada con la saturación habitacional, constituye una bomba de tiempo.

Mientras la cifra de víctimas podría aumentar, el incendio deja expuesta la fragilidad estructural y operativa de una ciudad que presume eficiencia, pero que hoy enfrenta —literalmente— su límite de fuego.

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