Legisladores de Morena acusan a las alcaldías Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo de usar recursos públicos para movilizar a grupos que detonaron la violencia durante la manifestación de la Generación Z.
El Congreso de la Ciudad de México encendió las alertas al señalar directamente a los alcaldes panistas Alessandra Rojo de la Vega y Mauricio Tabe por presuntamente financiar y movilizar grupos violentos en la marcha de la Generación Z. De acuerdo con Morena, ambos habrían utilizado recursos públicos y presión política sobre comerciantes para llevarlos a la protesta del sábado, donde se registraron agresiones a policías y daños en la vía pública.
En medio de la polémica, Rojo de la Vega subió a sus redes una fotografía acompañada del mensaje: “éstos deberían ser los verdaderos presos políticos, dictadores y asesinos… no los detenidos tras los desmanes”, lo que elevó aún más la tensión en el debate legislativo.

Tras más de cuatro horas de discusión, el pleno aprobó un exhorto para que la Contraloría y la Fiscalía capitalina profundicen en las investigaciones, y pidió que ambos alcaldes se separen del cargo mientras avanzan las pesquisas. También se planteó crear una comisión especial que dé seguimiento a los hechos violentos.
La coordinadora de Morena, Xóchitl Bravo, advirtió que estas conductas podrían derivar en juicio político, al revelar los nombres de operadores que supuestamente movilizaron a comerciantes mediante amenazas de retirarles sus espacios de venta. Entre ellos, destacaron figuras ligadas al PRI y al PAN, señaladas por coordinar agresiones o intentar romper cercos de seguridad en el Zócalo.
El exhorto —rechazado obviamente por el PAN— también llamó a las dirigencias nacionales de PAN, PRI y Movimiento Ciudadano a condenar la violencia registrada en la manifestación.
Con información de Sandra Hernández para La Jornada

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