Jorge Mario Pardo Rebolledo, ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se caracterizó por decisiones judiciales que reflejan un marcado conservadurismo frente a los derechos humanos. Su trayectoria ha sido objeto de críticas y cuestionamientos por limitar mecanismos de protección ciudadana y priorizar la autoridad institucional sobre los derechos individuales.
Propuesto por Felipe “Comandante Borolas” Calderón, iniciador de la guerra contra el narco, y celebrado por los panistas en su elección como ministro, Pardo Rebolledo se despidió de la escena pública con un discurso memorable: “Me despido diciendo que, a pesar de los infundios y las calumnias, nos retiramos algunos de nosotros con la dignidad y la vocación intactas”, afirmó, recibiendo aplausos del público. Sin embargo, su legado judicial estuvo marcado por decisiones que muchos consideran restrictivas y conservadoras, especialmente frente a los derechos humanos y la autonomía de órganos clave de la democracia.
1. Desecho de la controversia sobre la Ley de Seguridad Interior
En 2018, Pardo Rebolledo firmó el acuerdo que desechó la controversia constitucional promovida por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal respecto a la Ley de Seguridad Interior. La CDHDF argumentaba que la ley vulneraba gravemente los derechos humanos al permitir la intervención de las fuerzas armadas en seguridad pública sin control suficiente.
El ministro, sin embargo, respaldó la postura de la Corte de que la Defensoría estatal “no tiene carácter de órgano constitucional autónomo federal” para presentar la controversia. Este argumento técnico generó críticas: al limitar la intervención de los órganos de derechos humanos, Pardo Rebolledo fue visto como un juez que priorizaba la autoridad estatal por encima de la protección de los ciudadanos.
2. Turnos de ponencia en asuntos sensibles del INE
En 2024, un recurso que cuestionaba la reforma que otorgaba facultades amplias al Instituto Nacional Electoral fue turnado al ministro Pardo Rebolledo. El tema, cargado de implicaciones políticas, puso en evidencia su papel en decisiones que afectan la autonomía de instituciones democráticas.
La decisión inicial de no conceder la suspensión solicitada generó cuestionamientos sobre su criterio y parcialidad. Analistas señalaron que la asignación del recurso reforzaba la imagen de un ministro conservador y cauteloso, capaz de inclinar la balanza a favor del poder institucional por encima de la protección de derechos y la transparencia democrática.
3. Voto particular en la Acción de Inconstitucionalidad 13/2019
En la Acción de Inconstitucionalidad 13/2019, Pardo Rebolledo emitió un voto particular discrepando con la mayoría del Pleno sobre la extensión de la invalidez de normas. La decisión afectaba leyes de ingresos municipales y la obligación de transparencia en la información pública.
Su postura reflejó un conservadurismo técnico: limitar la extensión de los efectos de invalidez equivalía a restringir derechos ciudadanos para proteger la estabilidad normativa. Expertos en derecho señalaron que su voto demostraba una clara preferencia por la formalidad institucional sobre la defensa de los derechos humanos y el acceso a la información.
La trayectoria de Jorge Mario Pardo Rebolledo evidencia un patrón: decisiones cuidadosamente conservadoras que priorizan la autoridad institucional y la formalidad judicial sobre la protección de los derechos humanos y la transparencia. Entre aplausos y discursos dignos, su legado continúa generando debate, posicionándolo como un ministro cuya impronta genera tanto respeto como polémica.


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