El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció la suspensión del intercambio de inteligencia con EUA, sumándose así a la medida tomada por el Reino Unido tras los recientes ataques estadounidenses contra embarcaciones en el Caribe. La decisión profundiza el aislamiento de Washington en su controvertida campaña antidrogas, acusada de violar el derecho internacional y los derechos humanos.
El presidente Gustavo Petro ordenó a las fuerzas de seguridad de Colombia detener toda cooperación de inteligencia con EUA mientras continúen los ataques militares contra supuestas embarcaciones dedicadas al narcotráfico en el Caribe. “La lucha contra las drogas debe estar subordinada a los derechos humanos de los pueblos caribeños”, declaró el mandatario en su cuenta de X, marcando un nuevo distanciamiento de Bogotá frente a la política exterior de Washington.
La decisión colombiana ocurre apenas horas después de que el Reino Unido rompiera parcialmente su intercambio de inteligencia con EUA, argumentando que no desea ser cómplice de operaciones que considera “ilegales” y contrarias al derecho internacional. Fuentes diplomáticas británicas señalaron que los ataques, ordenados por la administración de Donald Trump, han dejado al menos 76 muertos desde septiembre.
Con esta postura, Petro alinea a Colombia con el creciente bloque de países latinoamericanos que cuestionan la ofensiva estadounidense, incluyendo a México y Venezuela, que han pedido investigaciones internacionales sobre el uso de fuerza letal en aguas del Caribe y el Pacífico. La suspensión del flujo de información podría afectar de manera directa las operaciones conjuntas contra el narcotráfico en la región.
Mientras tanto, la Casa Blanca mantiene la defensa de su estrategia militar, insistiendo en que las acciones “cumplen plenamente con el Derecho de los Conflictos Armados” y que las embarcaciones destruidas representaban “amenazas inminentes”. Sin embargo, informes de inteligencia —filtrados por aliados europeos— contradicen esa versión, señalando que varias naves estaban detenidas o desarmadas al momento del ataque.
La medida de Petro simboliza un golpe diplomático a la hegemonía estadounidense en la lucha antidrogas, un terreno históricamente dominado por Washington. En un contexto de creciente tensión hemisférica, la decisión colombiana podría marcar el inicio de una nueva etapa de autonomía regional frente a las políticas militares del norte.


Deja un comentario