El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, confirma que se están revisando las circunstancias del asesinato del alcalde de Uruapan. La seguridad personal del edil será objeto de análisis tras el ataque.
El asesinato de Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, ha conmocionado a la comunidad. Este ocurrió mientras contaba con un fuerte esquema de seguridad: ocho escoltas y catorce elementos de la Guardia Nacional. A pesar de esto, los ataques lograron vulnerar esta protección.
El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, anunció que la investigación sigue abierta y abarca todas las posibles líneas. En una reciente conferencia de prensa, Bedolla explicó que es crucial entender cómo pudo suceder el ataque a pesar de las medidas de seguridad.
El mandatario describió el momento del asesinato, revelando que uno de los agresores fue abatido en el lugar. Sin embargo, el gobierno busca esclarecer las circunstancias que llevaron a esta situación. Bedolla enfatizó que tanto los escoltas como los elementos de la Guardia Nacional requerirán un análisis detallado.
Adicionalmente, se están revisando las condiciones en las que el presunto agresor fue abatido. Inicialmente, fue detenido, pero tras un forcejeo, un disparo resultó en su muerte. La Fiscalía del Estado investiga cómo sucedió este incidente.
Por otro lado, Ramírez Bedolla desmintió rumores sobre una posible intervención de Estados Unidos en los asuntos de seguridad en Michoacán. Aclaró que no hay auditorías externas sobre su gestión. No obstante, mantiene contacto constante con la embajada de EUA sobre temas de seguridad y cooperación.
El gobernador afirmó que su administración está comprometida con la seguridad y la rendición de cuentas. A medida que avanza la investigación, confía en que se encontrarán respuestas sobre el asesinato de Carlos Manzo y las posibles fallas en su dispositivo de seguridad.


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