27 presos murieron asfixiados en una cárcel del sur del país, en el más reciente episodio de una crisis carcelaria que ya ha dejado más de 500 muertos desde 2021.
Una nueva tragedia golpeó al sistema penitenciario de Ecuador, al menos 27 presos murieron por asfixia este domingo en el Centro de Privación de Libertad de Machala, en la provincia de El Oro, al sur del país, en medio de una nueva ola de violencia carcelaria que mantiene en crisis al sistema penitenciario ecuatoriano desde hace años.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI), las víctimas “cometieron asfixia entre ellos”, lo que habría provocado la muerte inmediata. Hasta el momento, las autoridades no han aclarado las circunstancias exactas del hecho ni los motivos detrás del suceso. Equipos forenses y personal operativo continúan trabajando en el penal mientras se verifican los detalles y se atienden las emergencias.
El organismo precisó que este evento es independiente de otro registrado durante la madrugada del mismo domingo en el mismo centro penitenciario, donde cuatro reclusos murieron y varios resultaron heridos en medio de un proceso de “reorganización” de internos hacia una cárcel de máxima seguridad.
La masacre de Machala ocurre pocas semanas después de una serie de enfrentamientos entre bandas rivales en distintas prisiones del país. En septiembre, un motín en la cárcel de Esmeraldas dejó al menos 17 muertos; y solo tres días antes, en el mismo penal de Machala, otros 14 reclusos fueron asesinados en un ataque armado dentro de las celdas. Dos pabellones del reclusorio están dominados por grupos del crimen organizado, lo que ha generado una escalada de asesinatos y enfrentamientos internos.
Desde 2021, más de 500 presos han muerto en los centros penitenciarios ecuatorianos, reflejo de una crisis que persiste pese al despliegue militar y al estado de conflicto armado interno decretado en enero de 2024. La violencia carcelaria se ha convertido en un reflejo del deterioro de la seguridad nacional y de la incapacidad del Estado para recuperar el control en sus prisiones.

Deja un comentario