El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, encabeza un proceso de consultas en todo el país para construir una posición nacional sólida antes de la revisión del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá.
El Gobierno federal avanza en la construcción de un consenso nacional de cara a la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), prevista para enero de 2026. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, afirmó que el objetivo es llegar a la mesa de negociación con una postura unificada y respaldada por todos los sectores productivos del país.
Durante la última semana, la Secretaría de Economía realizó nueve mesas sectoriales y ocho encuentros estatales en entidades como Coahuila, Oaxaca, Sonora y Michoacán. En estos foros se han recabado propuestas de empresarios, trabajadores, cámaras industriales y gobiernos locales, con el fin de definir las prioridades mexicanas en temas como comercio agroindustrial, manufactura, energía, tecnología y economía circular.
Ebrard destacó que por primera vez el sector obrero participa formalmente en este proceso de consulta. “Estamos recogiendo las preocupaciones, prioridades y propuestas en los 32 estados del país. Es fundamental que la posición de México sea resultado del diálogo con quienes producen, trabajan y exportan”, señaló.
El funcionario recordó que, siguiendo las instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, la estrategia nacional busca fortalecer la cooperación con Estados Unidos y Canadá y evitar tensiones comerciales. Subrayó que, a inicio de año, existía el riesgo de una revisión fragmentada, pero México logró encaminar un proceso “ordenado y conjunto” con sus socios de América del Norte.
Ebrard sostuvo reuniones con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y con representantes del movimiento obrero, junto al titular del Trabajo, Marath Bolaños, para escuchar los planteamientos de ambos sectores. Afirmó que el país deberá llegar al proceso de revisión con una postura cohesionada que permita defender los intereses nacionales y reducir los riesgos arancelarios derivados de las políticas proteccionistas de Washington.

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