La Universidad Nacional Autónoma de México enfrenta un paro indefinido debido a constantes amenazas de bombas y tiroteos. Los estudiantes buscan medidas de seguridad por parte de la institución ante el miedo creciente.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) vive un momento crítico, pues tras el ataque de Lex Ashton en el CCH Sur, el ambiente se ha vuelto tenso. Las amenazas de bombas y tiroteos han aumentado, lo que ha llevado a los estudiantes a tomar la decisión de un paro indefinido de clases.
La Facultad de Arquitectura fue la primera en tomar la decisión de parar, ya que los estudiantes hicieron hincapié en la importancia de la salud mental, especialmente tras el suicidio de un compañero el mismo día del ataque. Esto marcó el inicio de una ola de protestas en la universidad.
Desde el 1 hasta el 12 de octubre, los representantes estudiantiles votaron y decidieron que el paro comenzaría el 13 de octubre. Este movimiento no solo afecta a la Facultad de Arquitectura; puesto que otras facultades, como Ciencias Políticas y Sociales, también se unieron al paro. Por su parte, la Facultad de Medicina optó por dar clases en línea, tras denunciar la presencia de encapuchados en sus instalaciones.
La Facultad de Ingeniería expresó su preocupación por la llegada de personas ajenas a la universidad, razón por la que a partir de este 14 de octubre, suspenderán actividades académicas. Mientras tanto, otros planteles discuten la situación y buscan soluciones para garantizar la seguridad de todos.
Los estudiantes han presentado pliegos petitorios a las autoridades en los que exigen acciones concretas para proteger a la comunidad universitaria. La conexión entre estas amenazas y la comunidad “incel” ha generado un clima de miedo y desconfianza en las y los alumnos del campus.
Sin embargo, la situación está lejos de resolverse y los estudiantes continúan luchando por un entorno seguro donde puedan aprender sin temor.

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