La menor, que sobrevivió a la explosión de una pipa de gas en el Puente de la Concordia, avanza en su recuperación tras recibir injertos en manos, piernas y cabeza.
La bebé Jazlyn Azulet, nieta de Alicia Matías, la llamada “abuelita heroína” que dio su vida para protegerla durante la explosión de una pipa de gas en el Puente de la Concordia, avanza en su proceso de recuperación tras ser sometida a su primera cirugía en Texas.
De acuerdo con la Fundación Michou y Mau para Niños Quemados, la menor, de apenas dos años, recibió injertos en manos, piernas y cabeza, con resultados favorables. Ahora se encuentra en etapa de rehabilitación física en el Hospital Shriners para Niños de Galveston, donde especialistas trabajan para que recupere movilidad y funcionalidad en sus extremidades.
“Gracias a su buena evolución ha iniciado ya su proceso de rehabilitación física”, informó la fundación en un comunicado firmado por Virginia Sendel e Iturbide, presidenta de la organización, que ha sido clave en el traslado y atención de la menor.
La familia confirmó que Jazlyn permanece en estado crítico pero estable, bajo observación médica constante. Su madre continúa acompañándola mientras los doctores estiman que su recuperación podría extenderse al menos dos meses más.

Sandra Barajas Matías, tía de la menor, explicó que la intervención fue exitosa y agradeció la ayuda recibida: “La niña está estable, ha salido bien de la primera cirugía y recibe muy buena atención en Texas”.
El traslado de Jazlyn no fue sencillo. La familia relató que la Fundación Michou y Mau se puso en contacto a través de Barajas Matías, quien gestionó el apoyo luego del fallecimiento de Alicia. Aunque el proceso se retrasó por la gravedad de la situación, finalmente se logró que la bebé fuera enviada a Estados Unidos para recibir atención especializada.
El caso de Jazlyn ha tocado profundamente a la sociedad mexicana. Su abuela, Alicia Matías Teodoro, se convirtió en símbolo de amor y sacrificio al proteger a su nieta con su propio cuerpo durante la explosión. “Alicia fue una gran mujer, una gran abuela que dio la vida por su niña”, expresó Guadalupe Matías, madre de Alicia, al recordar los difíciles momentos posteriores a la tragedia.
La explosión del 10 de septiembre ha dejado 31 personas fallecidas y decenas de heridos, muchos aún en tratamiento por quemaduras graves. La familia confía en que Jazlyn logre una recuperación completa y que su vida sea el reflejo del legado de amor y valentía que dejó su abuela. “Queremos que crezca sabiendo que su abuelita la salvó, y que su vida es el testimonio de su sacrificio”, concluyó Guadalupe Matías.
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