En los últimos dos años, la cadena de gimnasios Smart Fit ha registrado al menos nueve muertes en sus instalaciones en México, lo que ha desatado preocupación entre usuarios y críticas en redes sociales, donde algunos incluso hablan de una “maldición” de la marca.
Josué, un cliente frecuente, explicó que optó por Smart Fit por la facilidad de acceso y sus múltiples sucursales. Sin embargo, admite que nunca le han solicitado certificado médico ni le han preguntado por alergias; solo le pidieron un contacto de emergencia al inscribirse. “No se cuenta con servicio médico”, afirmó.
Aunque Smart Fit se ha consolidado como una de las cadenas de gimnasios más populares por su accesibilidad debido a su amplia cobertura en México, las muertes registradas dentro de sus instalaciones han desatado un intenso debate sobre la seguridad y los protocolos médicos en estos espacios. Testimonios de usuarios coinciden en señalar que, más allá de la modernidad de los equipos y la facilidad de acceso, no existen mecanismos claros de atención en emergencias.
Muertes en 2025
- 14 de enero, Iztapalapa: un usuario colapsó frente al Metrobús San Antonio.
- Marzo, Cuautitlán Izcalli: un hombre de 40 años falleció durante su rutina.
- 20 de mayo, Plaza Tlatelolco: Reina Sabas, de 39 años, murió; la FGJ del Edomex abrió una investigación por homicidio culposo, tras denuncias de que el personal no siguió protocolos.
- 6 de julio, Atizapán: un usuario fue hallado sin vida; causas médicas aún desconocidas.
- 22 de julio: otro caso confirmado, aunque no se precisan más detalles.
Muertes en 2024
- 12 de febrero, Vía 515 Iztacalco: un hombre de 49 años murió de un infarto mientras usaba la caminadora.
- 29 de febrero, Plaza Puerta Aragón (GAM): Ailene, de 20 años, se desvaneció. Testigos denuncian que el personal intentó impedir la llamada a emergencias.
- 2 de abril, Parque Tepeyac (GAM): Loyda Y., de 60 años, sufrió una caída fatal sin que hubiera personal médico disponible.
- 4 de noviembre, Plaza Zentralia Iztapalapa: un hombre de 74 años murió durante su entrenamiento.
El caso más reciente, en Atizapán de Zaragoza, generó inquietud entre usuarios y conocidos de la víctima. Aunque un vocero de Smart Fit aseguró que el cliente recibió primeros auxilios “por personal capacitado” en lo que llegaba la ambulancia, asistentes como Josué insisten en que no han visto médicos ni protocolos claros en sus visitas.
La considerable cantidad de fallecimientos ha provocado llamados en redes sociales para la implementación de medidas obligatorias en los gimnasios, entre ellas: exigir certificados médicos, supervisar la operación de Smart Fit, contar con un doctor en cada sucursal, regular los productos recomendados por entrenadores y capacitar mejor al personal.
Por su parte, la empresa promueve el uso de la “Smart Fit App” como su modelo de entrenamiento personalizado, la cual ajusta rutinas según el avance del usuario. Josué, quien paga 600 pesos mensuales, destaca beneficios como invitar a un acompañante hasta cinco veces al mes, acceso a regaderas y sillones de masaje, aunque insiste: “todo depende del tiempo y la constancia”.
Con información de Excélsior

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