Al menos 300 docentes exigen medidas urgentes de seguridad antes de regresar a las aulas tras el asesinato de un estudiante en la preparatoria.
Los profesores del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur de la UNAM acordaron este viernes no retomar las clases presenciales hasta que se implementen condiciones mínimas de seguridad en el plantel. La decisión se tomó en una asamblea virtual de cinco horas en la que participaron aproximadamente 300 docentes, quienes hoy entregarán un pliego petitorio a la rectoría encabezada por Leonardo Lomelí.
En el documento, los maestros exigen la instalación de torniquetes, detectores de metales, mayor vigilancia capacitada, prohibición de drogas y alcohol dentro del plantel, y control de accesos por estacionamientos. También piden reforzar el servicio médico, el área de psicopedagogía y la coordinación con la Policía Cibernética para monitorear amenazas en redes sociales.

Los docentes recuerdan que desde abril solicitaron estas medidas, sin que fueran atendidas, y señalan que la tragedia del 22 de septiembre, cuando el alumno Jesús Israel fue asesinado, refleja un silencio doloroso de las autoridades ante la violencia en el plantel.
Aunque la revisión de mochilas generó debate por derechos estudiantiles, se incluyó en el pliego. Los maestros insisten en que no regresarán a clases presenciales sin un cronograma claro de acciones y obras para reforzar la seguridad.
Otras facultades de la UNAM también refuerzan protocolos. La Facultad de Medicina revisará medidas ante armas blancas, fuego o explosivos, mientras la Facultad de Economía difundió lineamientos ante amenazas en redes sociales, destacando la necesidad de mantener la calma y notificar a autoridades de inmediato.
La postura de los maestros del CCH Sur subraya la urgencia de garantizar seguridad en las universidades, evidenciando que los docentes priorizan su integridad y la de los estudiantes antes de regresar a las aulas.
Con información de Lilian Hernández para La Jornada

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