Israel libera a algunos activistas de la Flotilla Sumud, pero una nueva misión humanitaria parte hacia Gaza

Mientras varios activistas fueron deportados por Israel tras la interceptación de la Flotilla Sumud, una nueva caravana marítima con 11 embarcaciones y 92 personas zarpa rumbo a Palestina para romper el bloqueo.

Israel inició las deportaciones de activistas detenidos tras la interceptación de la Flotilla Global Sumud en aguas internacionales, operación que provocó fuertes críticas y protestas en diversas capitales del mundo. Paralelamente, una nueva flotilla compuesta por 11 barcos con 92 voluntarios partió rumbo a Gaza, con el objetivo de entregar ayuda humanitaria y desafiar el bloqueo impuesto al enclave palestino.

De acuerdo con la cancillería israelí, cuatro ciudadanos italianos ya fueron deportados y el resto de los más de 400 activistas arrestados se encuentra en proceso de expulsión. “Israel quiere terminar este procedimiento lo antes posible”, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado difundido en la red social X.

El operativo militar de Israel, ejecutado el miércoles, detuvo la caravana marítima cargada con ayuda humanitaria, en la que participaban líderes sociales, políticos, sindicatos y organizaciones de derechos humanos, lo que generó condenas globales. Las protestas estallaron en ciudades de Europa, con miles de personas ondeando banderas palestinas en plazas de Italia, España, Alemania, Bélgica y Grecia. Las imágenes del asalto a las embarcaciones y el arresto de los activistas —entre ellos seis mexicanos— se viralizaron rápidamente en redes sociales.

La Flotilla Global Sumud, cuyo nombre en árabe significa “resistencia” o “firmeza”, había zarpado en septiembre desde Barcelona con el respaldo de más de 300 activistas internacionales, incluyendo a la ambientalista Greta Thunberg. El objetivo central era llevar asistencia a la Franja de Gaza, donde la ONU advierte que la población enfrenta niveles críticos de hambruna.

En un comunicado difundido en Telegram, los organizadores denunciaron que Israel detuvo de manera ilegal las 42 naves de la flotilla, todas ellas cargadas con víveres, medicinas y voluntarios dispuestos a desafiar el cerco israelí.

Ahora, con la salida de una nueva flotilla, el conflicto escala y se mantiene la presión internacional contra el gobierno de Tel Aviv, que insiste en impedir la llegada de ayuda sin supervisión militar a la Franja de Gaza.

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