La mandataria afirmó que su gobierno se sostiene en principios claros: austeridad, cercanía con la gente y transparencia. Subrayó logros en áreas clave como salud, educación y combate a la corrupción, además de poner especial atención en el empoderamiento de las mujeres con programas como Mujer es Poder y Artesanas del Bienestar.
En Calderita, rodeada de aplausos y con un ambiente cercano y festivo, la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, presentó su Tercer Informe al Pueblo. Más que un recuento de cifras, su mensaje se convirtió en una invitación a reflexionar sobre el camino recorrido y en un llamado directo a las y los ciudadanos a defender los avances logrados en el estado.
Con firmeza, Lezama recordó que la Cuarta Transformación ya se siente en la vida de los quintanarroenses y que no hay espacio para dar marcha atrás.
“Hoy tenemos en nuestras manos la posibilidad de exigir gobiernos transparentes, honestos y con compromiso social”, expresó.
Agradeció tanto el respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum como el apoyo recibido de quienes han impulsado su proyecto en años anteriores.
Durante su discurso, resaltó que su gobierno se sostiene en principios claros: austeridad, cercanía con la gente y transparencia. Subrayó logros en áreas clave como salud, educación y combate a la corrupción, además de poner especial atención en el empoderamiento de las mujeres con programas como Mujer es Poder y Artesanas del Bienestar. También destacó la construcción y modernización de hospitales y centros de salud, que buscan garantizar una atención digna y de calidad.
Uno de los momentos más significativos fue cuando habló de la reducción histórica de la pobreza en el estado: 177 mil personas han dejado atrás esa condición. Para la gobernadora, esta cifra refleja que se están cerrando brechas de desigualdad y que el bienestar compartido comienza a ser una realidad palpable en Quintana Roo.
Con un tono esperanzador, Lezama cerró su mensaje recordando que aún queda mucho trabajo por hacer, pero que los pasos dados marcan un rumbo firme: “Vamos en la dirección correcta”. Su llamado final fue a la unidad y a la vigilancia ciudadana, convencida de que solo con la participación de todas y todos se podrá construir un Quintana Roo más justo y próspero.

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