El Gobierno de Donald Trump ha ampliado el alcance del requisito de “buen carácter moral” para los solicitantes de ciudadanía, ahora se evaluarán no solo antecedentes penales, sino también la conducta social y la participación en la comunidad.
De acuerdo con El País, la medida busca que los funcionarios del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) revisen contribuciones positivas como empleo estable, educación, cumplimiento de impuestos y ayuda a terceros, además de sancionar comportamientos socialmente indeseables, aunque no sean de carácter delictivo.

El memorándum del 15 de agosto establece que infracciones de tráfico, mendicidad agresiva, acoso o incumplimiento de obligaciones financieras podrían afectar el otorgar la naturalización, salvo que se demuestre rehabilitación. Los solicitantes podrán presentar pruebas de cumplimiento judicial, pago de deudas o testimonios comunitarios que lo avalen.
Este cambio se suma a otras medidas de la Administración Trump para restringir la inmigración legal, tales como límites a refugiados, aumentos en las tasas de visa y revisiones más estrictas de antecedentes y presencia en línea. Críticos advierten que estas políticas pueden politizar y hacer más subjetivo el proceso de naturalización para cientos de miles de inmigrantes cada año, afectando potencialmente a millones de residentes que buscan convertirse en ciudadanos estadounidenses.
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