A sus 62 años, María Asunción Aramburuzabala, una de las empresarias más influyentes de América Latina, traza un plan de sucesión para proteger y transferir su fortuna, valuada en más de 8 mil millones de dólares, y evitar repetir la crisis que vivió tras la muerte de su padre en 1995.
Bajo su liderazgo, Tresalia Capital se consolidó como un poderoso family office. Para asegurar su futuro, ha sumado a ejecutivos de alto nivel como Rodolfo Pérez (ex Goldman Sachs), Antonio González Anaya (ex Credit Suisse) y Bruce Zimmerman (ex CIO de Bridgewater).

La empresaria mexicana busca una transición ordenada para que sus hijos, Pablo y Santiago, asuman gradualmente un rol protagónico en la gestión del capital familiar, a diferencia de ella, que tuvo que asumir el mando entre presiones y conflictos tras el fallecimiento de su padre.
Tresalia ha invertido en firmas como Televisa, Kio Networks y Kraft Heinz, y mantiene alianzas con figuras clave del sector como Alejandro Santo Domingo. Aramburuzabala dejó el consejo de AB InBev en 2023 y ahora se enfoca en sus pasiones: los viajes, la fotografía y el buceo.
Con una visión estratégica y una estructura sólida, la empresaria busca dejar un legado más allá de su riqueza: una empresa familiar bien gestionada, resiliente y lista para enfrentar el futuro.
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