El Gobierno de Javier Milei ha lanzado un nuevo plan de blanqueo de capitales, presentándolo como una solución a la informalidad económica. Manuel Adorni, vocero presidencial, afirmó que “tus dólares son tu decisión”. Sin embargo, esta afirmación plantea serias preocupaciones sobre la transparencia y la legalidad.

La criminalización del ahorro: Un legado de desconfianza
Durante años, los argentinos han sido tratados como delincuentes por ahorrar. Las políticas de control han criminalizado el ahorro, empujando a muchos a guardar su dinero “bajo el colchón”. Esta situación ha generado un círculo vicioso que ha alimentado la informalidad. La promesa de Milei de cambiar esta narrativa suena atractiva, pero las implicaciones son preocupantes.
¿Un paso hacia la libertad o un abismo de inseguridad?
El plan de Milei busca eliminar controles sobre el uso de dólares no declarados. Esto, según los críticos, podría abrir la puerta al lavado de dinero y a la evasión fiscal. Las declaraciones de funcionarios sobre la necesidad de confiar en la gente son, en el mejor de los casos, ingenuas. El riesgo de permitir que grandes sumas de dinero circulen sin supervisión es inminente.
La desregulación: Un juego peligroso
Las nuevas medidas incluyen la eliminación de la obligación de informar sobre transacciones importantes y la reducción de montos mínimos para transferencias sin regulación. Este enfoque desregulado podría facilitar aún más la evasión de impuestos. En lugar de promover la confianza, el Gobierno parece estar creando un entorno propicio para la ilegalidad.
Una estrategia a corto plazo con consecuencias a largo plazo
Aunque el Gobierno sostiene que el blanqueo podría inyectar miles de millones en la economía, los críticos advierten sobre los peligros de una estrategia tan arriesgada. La dependencia de la informalidad solo puede agravar los problemas económicos existentes. Además, la promesa de crecimiento del 6% al 8% anual es más una ilusión que una realidad.
La oposición alza la voz: Una llamada a la responsabilidad
La oposición ha expresado su preocupación por las implicaciones de este plan. Argumentan que, en su afán de estimular la economía, el Gobierno está ignorando las lecciones del pasado. La falta de regulación podría tener consecuencias devastadoras para la estabilidad económica y social del país.
Un futuro incierto para Argentina
El blanqueo de capitales propuesto por el Gobierno de Milei plantea más preguntas que respuestas. Si bien la idea de liberar a los argentinos de la criminalización del ahorro es atractiva, la falta de controles adecuados podría resultar en un desastre financiero. La economía de Argentina merece una estrategia más responsable y menos arriesgada. La pregunta es: ¿está el Gobierno dispuesto a escuchar?

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