Un tema que ha sido tendencia a través de lo que llevamos de la implementación de la Cuarta Transformación (4T), que en días recientes se ha hablado más de él, tiene que ver con la inseguridad que vivimos en nuestro país y la estrategia del gobierno federal para atenuar y terminar con ella. De ello platicamos líneas abajo.
Guerra contra el narco
Tan caro nos salió el fraude electoral cometido por el PRIAN para colocar en la presidencia de México a Felipe Calderón en 2006, que de inmediato como presidente dio su anuncio en el cual le declaraba una guerra al narcotráfico. En términos prácticos lo que se intentaba era militarizar al país y atacar la violencia con más violencia.
Sin embargo, más allá de ciertas detenciones de algunos líderes, la ola de violencia se desbordó en todo el país. Comenzamos a ver actos violentos todos los días y a sufrir mucha inseguridad, miles de personas fueron asesinadas y muchas de ellas eran inocentes. Otras más, fueron desplazadas forzosamente, desaparecidas y el cobro de “piso” o “cuota” se generalizó a muchos pequeños comerciantes.
Además del claro error de atacar el problema y no sus causas, está documentado que se empoderó al Cártel de Sinaloa para que prevaleciera como el grupo de narcotraficantes dominante del país y con dimensiones mundiales. Es decir, toda la complejidad que atiene a este tema surgió en el sexenio de Calderón y fue desarrollado y profundizado por su gobierno.
La justicia social y la paz
Los sedientos de sangre inocente y de violencia desatada no se explicaban cómo rayos no funcionaba su estrategia para mitigar la violencia del país y el empoderamiento de la delincuencia organizada. Veían caer líderes de cárteles y salían nuevos siempre, parecía ilimitada la lucha contra las drogas.
Por ello, la política de seguridad que ha implementado el gobierno de la 4T hace sentido; no puede haber paz sin justicia social. Y es que se deben atacar las causas del problema del narcotráfico, una de ellas es la desigualdad social que permite y condiciona a millones de pobres a que por falta de oportunidades ingresen en la filas de la delincuencia organizada.
Para quitarles esa base social y por razones de justicia es que el proyecto de nación de nuestro movimiento pone en el centro el bienestar de las mayorías, de los más necesitados, de los más humildes, de los pobres.
Así, se han implementado muchos programas sociales (que se entregan de manera directa y son ya derechos constitucionales) que benefician a más de 23 millones de personas y que impactan a un 65% de los hogares del país. Dichas medidas han atenuado las desigualdades sociales y han ayudado mucho en la búsqueda de la paz.
Pero no solo eso, también se tienen juicios en proceso contra la negligencia de algunas empresas estadounidenses que producen armas y las han vendido a narcotraficantes mexicanos. El gobierno de nuestro país emitió esas demandas internacionales para también frenar el tráfico legal e ilegal de armamento a nuestro territorio.
Aplanar las curvas
Tanto se ha hablado y repetido que el MORENA creó millones de pobres y que es el sexenio más violento de la historia. Esas mentiras que les gusta repetir a la oposición. Sin entender nada de contexto nacional e internacional, demostrando su dolo y manipulación de la información con fines de golpeteo político.
Y es que lo que podemos analizar es que en las desigualdades sociales se viene una tendencia al alza por el México neoliberal y que se profundiza más con la afectación económica producida por la pandemia. Aun así, los programas sociales arriba mencionados han ayudado bastante a mitigar esa tendencia e irán mejorando la situación de las mayorías. Aunado a las obras magnas como el Tren Maya, el corredor del Istmo y la lucha por la soberanía energética. Hasta han felicitado al gobierno federal personas del FMI y otros organismos internacionales por esas políticas.
Y en cuanto a la tendencia de violencia se han logrado detener y hasta disminuir los principales indicadores de inseguridad. Ha costado muchísimo, pero la estrategia va funcionando poco a poco, recordemos que ésta es de largo aliento, pues algo tan complejo como la violencia no se resuelve por decreto.
Humanista
Que más quisieran los neoliberales del MCPRIANRD que se atacara la violencia con más violencia. Sin embargo, afortunadamente somos diferentes. El derecho a la vida es primordial y los delincuentes (muchos de ellos determinados e impulsados por la desigualdad social) también tienen derechos y deben ser sancionados dentro de la ley.
La estrategia de seguridad seguirá dando resultados a través del tiempo de manera eficaz, siempre que sigamos caminando en la Cuarta Transformación. Privilegiando a los más pobres del país, dándoles un gran futuro y una vida digna. Recuerden ¡abrazos, no balazos!
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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