El grito de resistencia que por mas de una década permaneció en el pensamiento popular de todos aquellos mexicanos que defendieron la tierra, el agua y sus derechos como pueblo y como comunidad.
Una lucha que comenzó en Atenco e irradió a todos los rincones del país. Peña Nieto dio muestras, como gobernador del Estado de Mexico no solo de su talla represora, sino dejó en claro que el Estado priista seguía siendo dictatorial y autócrata.
Aunado con Fox, quien fuera presidente de la nación en aquel año de 2006, el 3 de mayo, gobernador y presidente dieron la orden para que entraran los cuerpos represores de seguridad a las comunidades de San Salvador Atenco y pueblos aledaños, instaurando el caos con sangre, violaciones y muerte.
El pretexto: Las diferencias entre vendedores de flores y autoridades municipales. La verdad: Los decretos expropiatorios de tierras, de parte de las autoridades federales, contra los pobladores del Valle de Texcoco, con el fin de construir un aeropuerto.
Mas de 700 elementos de la policía federal preventiva (PFP) de carácter militarizado, mas 1900 agentes estatales y municipales, reprimieron brutalmente a los miembros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), y a los pobladores de Atenco por oponerse al despojo de su patrimonio.
Mujeres y hombres sin importar edades fueron gravemente golpeados. Muchas de las compañeras fueron agredidas sexualmente. Entre los asesinados, hubo menores de edad.
Cuenta Nacho del Valle, dirigente social comunitario, cómo los tuvieron a oscuras, desnudos, rodeados de policías y perros de ataque impidiéndoles dormir. El mas mínimo movimiento provocaba a los animales.
Múltiples practicas de tormento eran realizadas por los agentes contra los detenidos. No olvidemos que el Estado priista, siempre fue experto en torturas. Basta con leer los testimonios contra el sanguinario general brigadier Mario Arturo Acosta Chaparro.
El actual gobierno da a todo México una señal de autonomía, liberación y justicia al reunirse con el FPDT, sus líderes y la comunidad entera de Atenco, este 3 de mayo, fecha representativa de lucha y dignidad popular de sus pobladores
Y en un gesto de empatía con las causas en defensa de la tierra, Claudia, la presidenta, permite a Nacho del Valle imponerle el paliacate ojo, símbolo de la lucha y la resistencia del Frente.
Gran acierto el de Claudia. Denota su gran altura política y social. No teme a críticas ni embestidas de la derecha o cualquier detractor de su gobierno. A veces pareciera que es una madre en cuyo regazo caben todos los mexicanos.
Este 3 de mayo, la presidenta abrazó a Atenco y con ellos a todos los hijos de México que crecieron alzando la voz y el puño contra el sistema neoliberal.
¡VIVA ATENCO! ¡VIVA CLAUDIA!

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