Amir Ibrahim, director general de Los Reporteros MX, reveló en entrevista con Manuel Pedrero los vínculos de Alejandro Irarragorri —dueño del Santos Laguna y socio de Ricardo Salinas Pliego— con una red de evasión fiscal y desvío de fondos públicos. El empresario enfrenta una orden de aprehensión por adeudos millonarios al SAT.
Fondos públicos y un equipo fantasma
Irarragorri compró en 2016 el Club Delfines, franquicia incautada a Amado Yáñez (exdueño de Oceanografía), por 12.8 millones de pesos mediante TM Sports Club. Durante el gobierno panista de Francisco García de Vaca en Tamaulipas, el equipo recibió 58 millones de pesos anuales del erario.
“El Gobierno de García de Vaca le entregó dinero hasta de la Secretaría de Seguridad Pública. Morena cortó el flujo y el equipo desapareció”, denunció Ibrahim.
Jerarquía del poder: Salinas y Azcárraga arriba
Ibrahim ubicó a Irarragorri como el tercer eslabón en la estructura de corrupción del fútbol mexicano, detrás de Ricardo Salinas Pliego (TV Azteca) y Emilio Azcárraga (Televisa). “Alejandro es pieza clave. Es el prestanombres de Salinas”, aseguró.
El periodista recordó la foto de ambos jugando golf durante las investigaciones: “Eran cínicos. Actuaban como si nada pasara”.
La ruta de la evasión
La comercializadora Innovadora Monterrey SAS —dedicada a instalación de redes— vendió la franquicia a TM Sports. Ibrahim vinculó el caso con prácticas recurrentes: “La evasión en el fútbol es común. Lo documenté desde el caso del cártel del gol”.
La UIF y el SAT investigan si los 58 millones otorgados en Tamaulipas se usaron para lavar dinero o eludir impuestos. La desaparición del equipo tras el cambio de gobierno en 2022 profundiza las sospechas.
El empresario, accionista del Atlas y Puebla, evade a la justicia. Su fuga expone los lazos entre el poder político y dueños de clubes, un cáncer que Ibrahim resume: “Salinas y Azcárraga controlan el fútbol. Los demás son sus socios o cómplices”.

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