Elementos federales llevaron a cabo una serie de operativos en el estado de Sonora que resultaron en el desmantelamiento de cuatro campamentos clandestinos y tres puestos de observación utilizados por el crimen organizado. En estas acciones, además de destruir las instalaciones, se logró el aseguramiento de una antena de comunicación y varios vehículos.
De acuerdo con el informe de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), estos puntos estratégicos se localizaban en los municipios de Arizpe, Bacoachi, Nogales y San Luis Río Colorado. Las estructuras operaban como bases logísticas y de vigilancia para grupos delictivos que controlan rutas de tráfico ilegal en la región.
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Los narcocampamentos, ubicados en zonas de difícil acceso, suelen estar equipados con tecnología de comunicación y elementos de camuflaje que permiten a los criminales detectar la presencia de autoridades y organizar sus movimientos sin ser detectados. Sin embargo, la intervención de elementos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional permitió localizar y desmantelar estas instalaciones, debilitando su capacidad operativa.
El uso de puestos de observación ha sido una estrategia recurrente de los grupos criminales en Sonora, ya que les permite monitorear rutas estratégicas y coordinar actividades ilícitas. La desarticulación de estos puntos representa un golpe directo a sus estructuras de vigilancia y control territorial.
Además de la destrucción de los campamentos, las fuerzas de seguridad incautaron una antena de comunicación y una celda solar, elementos clave para mantener la operatividad de estos grupos en zonas aisladas. También se aseguraron cuatro vehículos, que podrían haber sido utilizados para transporte de ilícitos o para el desplazamiento de integrantes de la organización.
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