Elon Musk, conocido no solo por ser el magnate detrás de Tesla y SpaceX, sino también por su promoción del fascismo, ha pasado los últimos meses promoviendo abiertamente a la ultraderecha en Europa. Su postura quedó evidenciada con su gesto del saludo nazi tras la toma de posesión de Donald Trump, lo que desató una ola de críticas y generó una crisis de imagen que ha impactado de lleno en sus negocios.

El rechazo a Musk y su respaldo a la extrema derecha ha tenido consecuencias económicas inmediatas: las ventas de Tesla se han desplomado en toda Europa. Países con una memoria histórica marcada por el nazismo, como Alemania, Francia y España, han sido los más afectados por el boicot a la marca.
- En Alemania, donde Tesla tiene su mayor fábrica en Europa, la caída de ventas en enero de 2025 fue del 59.5%, con apenas 1,277 unidades vendidas. En contraste, el mercado general de autos eléctricos sólo cayó un 2.8%.
- En Francia, las ventas de Tesla bajaron un 63%, un desplome acentuado tras las críticas de Emmanuel Macron, quien denunció la injerencia de Musk en política europea.
- En España, la caída fue aún mayor: 75% menos ventas, con solo 268 unidades vendidas, comparado con las 1,094 del año anterior. Pedro Sánchez advirtió sobre el peligro de la “internacional reaccionaria” encabezada por Musk.
Otras naciones como Suecia (-46%), Noruega y Dinamarca (-40%), Países Bajos (-42%) y Portugal (-31%) también han registrado caídas significativas.
Musk y su apoyo a la ultraderecha alemana
El rechazo a Tesla en Alemania no solo responde al gesto del saludo nazi de Musk, sino también a su respaldo explícito al partido de ultraderecha Alternativa por Alemania (AfD), conocido por sus vínculos con grupos neonazis y su política antiinmigrante. Musk llegó a decir que AfD es “la última chispa de esperanza para Alemania”, a la vez que advertía que el país está “al borde del colapso económico y cultural”.

Este apoyo se materializó en una entrevista en directo con Alice Weidel, líder de AfD, quien usó la plataforma de Musk, X (antes Twitter), para difundir mensajes extremistas, incluyendo la afirmación de que “Hitler era comunista” y que su partido es “el único protector de los judíos en Alemania”. Musk, lejos de cuestionar estas declaraciones, las validó diciendo que Weidel es “una persona muy razonable” y recomendó votar por AfD en las elecciones del 23 de febrero.
El efecto boicot y la caída de Tesla
El posicionamiento político de Musk ha generado un boicot cada vez más fuerte contra Tesla en Europa. Los consumidores no solo rechazan su ideología, sino que también critican su desinterés por los derechos laborales, como lo demuestra la huelga en Suecia, donde la negativa de Tesla a firmar un convenio colectivo con sus mecánicos ha paralizado sectores enteros y suma casi dos años de duración.

Mientras Musk radicaliza su discurso y se alinea con fuerzas ultraderechistas, su imperio empresarial comienza a resentir los efectos de su estrategia. La caída de Tesla en Europa es solo una de las primeras consecuencias de su apuesta por una agenda política que cada vez encuentra mayor rechazo en el continente.
Debes leer:

Comentarios