Ya cachamos a Elena Chávez, lo de ella es una fijación con J.K. Rowling. Primero quiso ser escritora y pues como la británica escribe ficción, ella también escribió un cuentazo sobre Andrés Manuel López Obrador; la diferencia es que Rowling tuvo tanto éxito que vive en una mansión, mientras que Chávez es una aspiracional más, fracasada y urgida de atención mediática.
Pero Chávez no se rinde y sigue los pasos de su ídola, la autora de la saga Harry Potter. Rowling es conocida por sus declaraciones y acciones en contra de la “ideología de género”, así como sus ataques en contra de la comunidad trans, en específico contra las mujeres trans. Por el mismo camino del odio, la intolerancia y la transfobia, transita Elena Chávez.
Recién realizó una publicación en sus redes sociales en la que preguntó: “¿Estarían a favor de que en México se prohiban las cirugías transgénero para menores de edad? Digan el motivo de un sí o un no”. Por cierto, tal cual, escribió “prohiban”, sin tilde.
En fin, que de inmediato su publicación fue señalada por la red social X, pues las palabras de Chávez son tan inexactas que pueden causar desinformación, por eso la plataforma apuntó que los usuarios habían agregado contexto a las erradas palabras de la pseudo escritora de derecha conservadora.
“En México, las cirugías de reasignación de sexo para menores de edad no se realizan. Las guías de la Endocrine Society y de la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero (WPATH) recomiendan no llevar a cabo estas intervenciones antes de los 18 años”, se puede leer sobre el contexto agregado por los usuarios de la red social.
Hay que hacer algunas puntualizaciones: en México no se pueden prohibir las cirugías transgénero a menores de edad, porque no es una práctica habitual, vamos, ni siquiera está contemplada en la ley. Las infancias trans no son sometidas a “cirugías transgénero” y mucho menos sucede en el sector de salud pública.
Como lo señaló Poncho Gutiérrez en una atinada réplica: “El tuit de Elena Chávez es un ejemplo perfecto de cómo ciertos discursos buscan generar pánico moral y movilizar votos basándose en la desinformación. Esta misma estrategia se ha usado en Estados Unidos y otros países para desviar la atención de problemas reales y crear un enemigo imaginario”.
Así que no le hagan caso a la señora Elena Chávez, porque ni para escribir cuentos es buena, la verdad.
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