Este lunes el Presidente López Obrador dio detalles sobre las Jornadas de Producción para el Autoconsumo que presentó el fin de semana en Nuevo León, Jalisco, Veracruz, Puebla y CDMX.
Destacó que tal plan ayudará a contener la inflación de los alimentos y pidió la ayuda de la población para impulsar la reactivación del campo, el cual, lamentó, se dejó en el abandono con el periodo neoliberal.
El abandono del campo ha generado que se dé preferencia a la exportación de alimentos abaratados en vez de impulsar la producción interna, señala Blanca Aurora Rubio Vega, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Tal realidad genera que el precio de las semillas caigan y no sea rentable su producción, convirtiendo a México de un país exportador a importador de granos básicos.
“Actualmente, importamos alrededor del 84 por ciento del arroz, 31 por ciento del maíz, 64 por ciento del trigo y 98 por ciento de la soya, cuando en los años 60 fuimos un país exportador de granos básicos”, señaló la académica.
A esta crisis se suma la inacción de gobiernos anteriores, que generó grandes afectaciones a los pequeños campesinos.
“En el campo no contamos con dos recursos fundamentales: la fuerza de trabajo porque está emigrando a Estados Unidos, y los recursos naturales que desgraciadamente se están entregando bajo pretexto de desarrollo tecnológico y apertura mundial”, explica Argelia Salinas adscrita a la Unidad de Investigación de Economía Agrícola del Instituto de Investigaciones Económicas del UNAM.
Ante esto, el Gobierno de la Cuarta Transformación ya ha comenzado el despliegue de una estrategia que contará con la ayuda de 14 mil agrónomos que ayudarán a reactivar el campo, enfocándose primero en los productores más humildes.
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