El presidente argentino, Javier Milei, ha causado una fuerte controversia tras su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos, donde cuestionó la figura del femicidio y arremetió contra lo que calificó de “feminismo radical”. En su discurso, Milei argumentó que la existencia de la figura penal del femicidio implica que “la vida de una mujer vale más que la de un hombre”, sugiriendo que esto crea una desigualdad en el sistema judicial.
Milei afirmó que, en muchos países, se ha normalizado el concepto de femicidio, lo que, según él, conlleva penas más severas para quienes asesinan a mujeres en comparación con los homicidios de hombres. Sin embargo, no abordó el contexto crítico que rodea esta figura legal, que busca reconocer y sancionar los asesinatos de mujeres motivados por razones de género, a menudo perpetrados por parejas o exparejas.
El presidente también se refirió a la brecha salarial entre hombres y mujeres, argumentando que las diferencias en los ingresos se deben a elecciones profesionales y no a discriminación. Esta afirmación desestima la realidad de muchas mujeres que enfrentan obstáculos significativos en el ámbito laboral y perpetúa la idea de que las políticas de igualdad son innecesarias.
El discurso de Milei en Davos no solo refleja su postura ideológica sobre el feminismo y la igualdad, sino que también pone en evidencia una falta de comprensión sobre la gravedad de la violencia de género y la necesidad urgente de abordar este problema social.
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