Es indispensable en cualquier país del mundo que se considere democrático, tener una retroalimentación constante que parta de una visión crítica, que no se dedique solo a ensalzar lo que hace un partido. Las fuerzas políticas deben pasar por procesos de revisión constante que muchas veces es prácticamente imposible que se lleven a cabo por los fuertes intereses de las cúpulas. Es inevitable que los partidos políticos quieran proteger el poder que han alcanzado, lo paradójico de la situación es que precisamente querer cuidarlo a toda costa. Sin el termómetro honesto de la autocrítica: se vuelve como un boomerang que acaba por destruir el poder logrado.
Ejemplos tenemos varios en nuestro país: El PRI como partido único que cavó su tumba; primero al pretender institucionalizar una revolución ficticia, que al inicio dio pinceladas con la creación de programas sociales que favorecían el apoyo a los campesinos, educación con la construcción de escuelas en lugares de difícil acceso, sindicatos para los maestros, por largo tiempo olvidados. La creación de una de las mejores universidades del mundo: La UNAM. Así como la creación del IMSS como un gran logro en materia de salud para la clase trabajadora del país. También se instituyeron hospitales de salud cada vez más especializados.
Era lo que se perfilaba como un presente prometedor; faltaba muchísimo por hacer sin duda. Un país que avanzaba con políticas públicas para las clases menos favorecidas después de una revolución “inacabada” que por lo pronto logró ponerle fin a un dictador por más de 30 años, y se iniciaba a ver un poco de luz para los pobres…Sin embargo todas estas instituciones, sindicatos; creados con la finalidad de mejorar la calidad de vida de la población, se convirtieron gradualmente en aparatos para el robo cada vez más descarado de cada “servidor público” desde el presidente hasta los puestos administrativos. Así como los dirigentes de los sindicatos más importantes que fueron viendo su trabajo como un botín incluso heredable, hasta la fecha. Esta recapitulación es con la intención de ejemplificar a lo que ya llegamos una vez con un único partido en el poder.
Lo más complejo es cuando nos detenemos a pensar quién podría convertirse en esa oposición real, honesta y congruente. Que además cumpla con tener una visión de país que privilegie los programas sociales indispensables para la mayoría de la población sumida todavía en condiciones de “sobrevivencia”. Así mismo continuar con la creación de escuelas públicas, centros de salud, y el apoyo a las empresas mexicanas que alienten el empleo. También continuar con una política externa que favorezca la inversión extranjera en nuestro país: un sistema autárquico o cerrado La historia nos ha enseñado que ningún país puede ser completamente autosuficiente o independiente, sin morir en el intento.
La economía mixta nos ha demostrado que hasta la fecha es la que ha arrojado mejores resultados en el mundo. El capitalismo salvaje o el neoliberalismo (sin política social) que promueve la Derecha en el mundo y que en nuestro país tiene ya no solo como representante al PAN, si no ahora también al casi extinto PRI que se han unido en una melodía caótica en la que ya lo que menos importa son los principios y en la que la ideología es el dinero y la corrupción. Actualmente ambos forman parte de una caterva o clan de convenencieros, que están a la espera del mejor postor para vender a nuestro país. En ese sentido fue el llamado de su reciente candidata a la presidencia Xóchitl G a nuestro vecino del norte, para intervenir los comicios en México, dentro de una visión profundamente colonialista.
¿Entonces de dónde podríamos sacar una oposición que realmente valga la pena? Porque no podríamos hablar de los otros partidos que juegan como complementos a modo, es decir de acuerdo a como juegan los vientos: Partido Verde, PT he incluso Movimiento Ciudadano.
Ya dijimos que es fundamental tener una oposición, pero que sea legítima, honesta y que no solo juegue a ser un partido que ve al servicio público y a la política como un negocio entre cuates que buscan enriquecerse a costa de lo que sea.
Otro tema que sale a colación es evitar las dinastías en el poder y la política. Práctica muy usual de querer perpetuar la influencia entre generaciones. Como si fueran los dueños de una empresa que les pertenece por derecho natural. Y entonces se repiten los apellidos Alcalde, Macedonio, Batres, Monreal, incluso Obrador (con todo y el cariño del pueblo a un gran presidente) como si el apellido les diera la ideología, la lucha social, el hambre de justicia…
Seguramente la oposición saldrá de la misma 4T y de Morena. De las bases que no han sido tomadas en cuenta y que cada vez exigirán con mayor fuerza que no se destruya lo trabajado en por lo menos 33 años del éxodo por la democracia, en que AMLO, junto con otros personajes imprescindibles como el pueblo de huaraches recorrió el sureste, y después toda la república. Con lo que conoció las necesidades de la gente y la urgencia por regresar a la democracia. En nombre de lo avanzado y de los periodistas y políticos asesinados por gente como Duarte, Madrazo, Salinas de Gortari y Calderón. Qué no se pierda la lucha por lo justo y digno para el pueblo de México…!Por favor!
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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