Israel y Hamás han llegado a un acuerdo para establecer una tregua en la Franja de Gaza, tras intensas negociaciones facilitadas por Qatar. Este pacto, que busca poner fin a un conflicto que se ha prolongado durante 15 meses, incluye un plan de tres etapas diseñado para abordar la liberación de rehenes y la disminución de las hostilidades. Fuentes involucradas en las negociaciones han confirmado que Hamás liberará a 33 rehenes, entre ellos mujeres, niños y civiles mayores de 50 años, a cambio de que Israel libere prisioneros palestinos.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, calificó el acuerdo como “épico” en sus redes sociales, destacando que representa un avance significativo en la región. Trump enfatizó que su administración ha estado trabajando para garantizar la seguridad de los estadounidenses y sus aliados, expresando su satisfacción por el inminente regreso de los rehenes. Además, mencionó que su equipo de Seguridad Nacional seguirá colaborando para evitar que Gaza se convierta nuevamente en un refugio para terroristas.
El acuerdo contempla una primera fase de seis semanas durante la cual cesarán todos los combates y las fuerzas israelíes se retirarán de las áreas pobladas. La segunda fase incluirá una declaración de “calma duradera”, mientras que en la tercera se intercambiarán los cuerpos de los rehenes fallecidos. Este proceso podría facilitar el regreso de cientos de miles de desplazados a sus hogares y permitir la entrada de ayuda humanitaria en Gaza.
Por su parte, el ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, calificó el acuerdo como “doloroso”, ya que implica liberar a prisioneros considerados peligrosos. A pesar del costo emocional y político del pacto, Saar subrayó que es fundamental para asegurar la liberación de los ciudadanos israelíes aún bajo cautiverio.
Con la votación del gabinete israelí programada para validar el acuerdo, el mundo observa con atención cómo se desarrollarán los próximos pasos en este delicado proceso hacia la paz.
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