En una reciente entrevista con MILENIO, la geomorfóloga Adriana Martínez, profesora en la Southern Illinois University, alertó sobre los peligros que representan las boyas flotantes instaladas en el Río Bravo por el gobernador de Texas, Greg Abbott. Estas boyas, que forman parte de una estrategia para disuadir el cruce irregular de migrantes, han estado en el agua por más de un año y medio y están generando preocupaciones tanto ambientales como humanitarias.
Martínez explicó que las boyas no solo están alterando el flujo natural del río, sino que también podrían provocar la formación de una isla en su cauce. La experta subrayó que esta situación podría violar tratados internacionales al invadir territorio mexicano.
Además, Martínez destacó que el impacto de las boyas va más allá del medio ambiente; también representan un riesgo significativo para los migrantes que intentan cruzar.
“Dependiendo de dónde se coloquen las boyas, el río responderá de manera diferente. Pero lo que quiero decir es que las autoridades de Estados Unidos en realidad no están impidiendo la inmigración, ¿verdad? Las cifras de inmigración son más bajas ahora que antes. Sin embargo, están causando un efecto negativo en el río, y están haciendo que violemos dos tratados diferentes con México. Y por eso están colocando a la policía allí sin ningún beneficio. Para evitar la inmigración y, sin embargo, están causando daño al río mismo y a nuestra relación internacional con México”.
La Comisión Internacional de Límites y Aguas ha señalado que este tipo de barreras podría estar en violación del Tratado de Aguas Internacionales de 1944, lo que añade un nivel adicional de complejidad a esta problemática.
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