En la historia de México y el mundo los medios de comunicación han tenido un rol protagónico por su capacidad para influenciar en el pensamiento de las personas, no por nada desde el siglo XIX se les considera “El Cuarto Poder”, dicen unos, un poder, incluso, más importante que el que ejercen juntos, el Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Y asumido como tal, también debe estar sujeto a revisión.
Con la globalización de los medios es impensable una sociedad que no esté informada. Recordemos que el derecho a informar y ser informados son garantías que no deben ser violentadas, sin embargo, a lo largo de la historia hemos visto los diferentes escenarios en los que la prensa se ha desarrollado, escenarios económicos, políticos y de delincuencia organizada, que sin duda han influenciado en la misma.
Uno de los pilares del periodismo es la libertad de expresión, pero ¿cómo ejercerla en su concepto más puro si es dependiente de algo llamado “poder económico”?
No olvidemos que para muchos, el ejercicio de la actividad, significa su “Modus vivendi”, son pocos los que la llevan a cabo por ideología, bajo este escenario, a pesar de ello ¿Puede garantizarse la objetividad, la imparcialidad y el equilibro que debe existir en el ejercicio de la misma? Muchos se han hecho la misma pregunta y han concluido que no, sobre todo cuando hay ausencia de valores y principios.
¿Cómo garantizar estos conceptos si hay una dependencia o sometimiento a un poder como lo es el económico? Lo anterior sin dejar de lado, la presión que se ejerce por parte de ciertas corrientes políticas emanadas de gobiernos realmente autoritarios.
Es así como ese llamado “Cuarto poder” pasó de ser un instrumento “vital” de información a uno de control de masas, con la propagación de contenidos a modo para beneficiar determinados intereses, dejando de lado la objetividad, imparcialidad y equilibrio.
Para muchos esto es un negocio, y en cierta medida cada quien es libre de hacer con su negocio lo que considere más conveniente, pero lejos está de llamarse periodista quien se vende al mejor postor, ejemplos de ello hay muchos. Se pasó de vender un espacio publicitario a vender la línea editorial, se pasó de lo ético a lo inmoral. Y es que cómo justificar que una actividad tan noble pueda hacer millonarios de la noche a la mañana a determinados personajes, y esa misma, mantener en la medianía a la mayoría de los que la ejercen.
“Con la llegada de la 4T la libertad de prensa se ha puesto en un grave riesgo”, es lo que sostienen algunos personajes, que no periodistas, que han sido afectados en sus jugosos negocios, pues han confundido y pretendido normalizar la libertad de expresión con la libertad de vender información sobre pedido; con la reducción del presupuesto destinado a medios, muchos sintieron un ataque a sus “libertades”, pues de golpe dejaron de recibir una serie de privilegios no solo económicos sino de diversa índole, todo ello a cambio de lanzar elogios y porras a quienes ostentaban el poder político, o peor aún, por lanzarse como jauría contra los opositores de estos, es decir, había dinero para repartir a diestra y siniestra pero para nada estaba garantizada la libertad de expresión ni el ejercicio de la prensa, son muy conocidos los casos de periodistas que tuvieron que autoexiliarse por ver en riesgo su integridad, otros no corrieron con la misma suerte.
Por cierto, resulta lamentable ver como algunos periodistas que en el pasado sufrieron los embates de esos gobiernos represores y autoritarios, hoy se hayan puesto al servicio de éstos, no tiene explicación que acusen intimidación y ataques a sus garantías, cuando hoy, incluso, se dan el lujo de proferir insultos al Presidente, a su familia y a todo aquel que simpatice con éste.
Con el arribo de la 4T al gobierno federal las cosas cambiaron, se cerró la llave y muchos sintieron que el Presidente López Obrador les estaba declarando la guerra, sin embargo, no es así, pues con la puesta en marcha de un gobierno austero y del lado de los que menos tienen, la distribución de los recursos públicos ahora es más equitativa, eso explica en parte el rechazo a este gobierno.
Ante ello, los vendedores de información han lanzado grandes campañas de desinformación para derrocar el movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador, como se practicaba en antaño, buscan “ablandar el cuero” y someter al nuevo gobierno. Entre sus dichos sostienen que estamos ante la presencia de un dictador, de un personaje que violenta toda garantía individual, cosas muy alejadas de la realidad, tan alejadas que ese supuesto dictador fue sometido a un proceso de revocación de mandato, donde por cierto, la oposición hizo el llamado a no participar.
A diario se le acusa al Presidente de exhibir a miembros de la prensa y de intentar callar “voces críticas”, sin embargo no es así, pues en los tiempos de la 4T la libertad de expresión está más garantizada que nunca; no obstante, a diferencia del pasado ya no hay arreglos económicos inmorales, tampoco hay verdades absolutas, pues si algún miembro de los medios de comunicación hace señalamientos sin sustento puede ser desmentido por los aludidos sin que eso signifique un atentado a sus libertades. No hay vetos, despidos o acción contra los periodistas, tampoco un llamado al linchamiento, lo que si hay es un llamado para que se actúe con honorabilidad y rectitud.
El ejercicio de la actividad está garantizado, pero también está garantizado el poder cuestionar, analizar y debatir los dichos de personajes que se sentían “vacas sagradas del periodismo” por el hecho de hacer negocios al amparo del poder político; con el arribo de la cuarta transformación ya no hay dueños de la información ni de verdades absolutas.
En la actualidad hay una tribuna desde donde el Presidente informa, en vivo, en tiempo real, llamado “Las Mañaneras”, desde donde los periodistas pueden cuestionarle frente a frente sin ningún filtro ni repercusión, atrás quedaron las preguntas a modo y las sanciones para los que se atrevían a incomodar al gobernante en turno, pero también reitero, bajo el derecho a informar y ser informado, ahora se escuchan todas las voces y es, el ciudadano, el que tiene la libertad de elegir con que verdad se queda, en esto las redes sociales han jugado un papel fundamental, pues han significado un contrapeso al monopolio de los medios de comunicación tradicionales los cuales decidían cual era la versión que se daría de manera oficial.
Por parte de la 4T no hay un llamado al linchamiento contra quienes sostienen otras “verdades”, pero tampoco hay silencio para permitir que estas “verdades a modo” se propaguen, caso contrario se puede identificar en algunos miembros de la “oposición” y de algunos de sus simpatizantes, quienes a diario bombardean, con odio, saña, sin escrúpulos y de manera visceral las acciones del gobierno del Presidente López Obrador y de su círculo más cercano, llamando con cantidad de apelativos a los que ven con buenos ojos el trabajo de la 4T.
Finalmente, concluiré con decir que no tiene nada de malo tener aspiraciones, tampoco buscar tener un ingreso, pues la lógica indica que un engrane básico para garantizar la supervivencia de un proyecto es tener una fuente de financiamiento, siempre y cuando ésta sea lícita.
P.D. Desde este espacio refrendamos nuestra solidaridad al periodista Vicente Serrano por la agresión de la que fue objeto su persona; eso es un claro ejemplo de lo que no debe volver a ocurrir, pues cuando se carece de argumentos no puede darse paso a la agresión. Bienvenido el debate sin sesgos, apasionamientos y filtros.
P.D.2 Aprovechamos también el espacio para felicitar a todas las mujeres que tienen el honor y gran responsabilidad de ser Madres, reciban nuestro afecto y felicitación y merecido reconocimiento, sin duda son el engrane principal para encaminar a nuestro país
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios