El presidente de Argentina, Javier Milei, enfrenta un complejo panorama político y económico ante el posible impacto de medidas anunciadas por Donald Trump, quien amenaza con imponer aranceles del 25% a productos provenientes de México y Canadá, y del 10% a productos chinos. Estas políticas podrían tener repercusiones significativas para el comercio global y, en particular, para las exportaciones agrícolas argentinas, pilares clave de su balanza comercial.
Los aranceles propuestos por Trump podrían alterar los precios internacionales de productos como la soja esenciales para la economía argentina. Según analistas, una contracción del comercio global generaría un exceso de oferta, especialmente de productos chinos que buscarían mercados alternativos. Esta situación intensificaría la competencia en mercados internacionales, donde Argentina ya enfrenta dificultades para posicionarse frente a actores como México, otro gran exportador de alimentos.
Además, si los aranceles elevan los precios en Estados Unidos, la Reserva Federal podría optar por subir las tasas de interés para contener la inflación, atrayendo capital hacia activos estadounidenses y dificultando el acceso al financiamiento externo para economías emergentes como la argentina.
La política exterior de Milei y las tensiones internas
Milei ha apostado por fortalecer los lazos con Washington, respaldado en su afinidad ideológica con Trump. Sin embargo, expertos consideran improbable que el expresidente estadounidense, con una postura abiertamente proteccionista, facilite acuerdos de libre comercio que beneficien a Argentina.
“Si Trump está pensando en salirse de los acuerdos de libre comercio para manejarse de manera autónoma con la imposición de aranceles, no veo factible que pueda llegar a un acuerdo con el Gobierno argentino”, advirtió el consultor Lisandro Mogliati.
En el ámbito interno, Milei enfrenta dificultades políticas. La falta de quórum en el Congreso ha estancado iniciativas clave, como la Ley de Ficha Limpia, destinada a impedir que políticos con causas judiciales compitan electoralmente. Paralelamente, el gobierno evalúa romper con el Mercosur para priorizar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, una medida que podría generar tensiones adicionales en el bloque regional.
Retos en un escenario político y económico incierto
El ajuste económico impulsado por Milei ha intensificado la crisis social, generando descontento en amplios sectores de la sociedad. Organizaciones sociales y sindicatos han convocado movilizaciones masivas para el 5 de diciembre bajo el lema “La patria no se vende”. Estas protestas expresan el rechazo a las políticas económicas del gobierno, que algunos comparan con el colapso de diciembre de 2001.
Con la presidencia pro tempore del Mercosur a días de recaer en Argentina, Milei enfrenta la presión de tomar decisiones que definirán el rumbo de su gobierno en medio de tensiones globales y demandas internas. Las próximas semanas serán clave para medir la capacidad de la administración de equilibrar intereses nacionales y relaciones internacionales.
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