Patricia Aguayo Bernal, conocida por ser la vocera de los trabajadores que encabezaron el rechazo a la Reforma al Poder Judicial, sorprendió al anunciar su postulación como candidata para una magistratura en la elección del 1 de junio de 2025. La noticia ha generado interrogantes debido a la contradicción que representa su decisión, ya que participará en un sistema que previamente calificó como perjudicial para la independencia judicial.
Durante meses, Aguayo Bernal se posicionó como una de las figuras más visibles en la lucha contra la Reforma Judicial. Encabezó el paro laboral que se mantuvo desde agosto hasta el 11 de noviembre, en protesta por lo que consideraba un ataque a la estabilidad y autonomía del Poder Judicial. La reforma establece un sistema de elección para jueces, magistrados y ministros, el cual fue uno de los principales puntos de oposición de los trabajadores judiciales.
Sin embargo, en una reciente asamblea del Frente Cívico Nacional, Aguayo Bernal declaró su intención de postularse para una magistratura, argumentando que su participación busca evidenciar irregularidades en el proceso:
“Es lo que pretendemos demostrar, si no quedamos, si no nos escogen, es evidentemente porque va a haber mano negra de Morena”.
Incongruencias en su postura
La decisión de Aguayo Bernal contradice sus propias declaraciones realizadas durante el paro y en diversos foros, donde cuestionó la legitimidad del nuevo sistema de elección derivado de la reforma. Aunque previamente calificó estas reglas como una amenaza al Estado de derecho, ahora se inscribe como participante activa en el proceso que criticó.
En su discurso, Aguayo Bernal justificó este cambio argumentando que las “reglas del juego han cambiado” y que su postulación es una forma de enfrentar el nuevo sistema desde dentro:
“Yo me voy a inscribir para participar en la elección en un cargo de magistratura, es en lo que me voy a inscribir.”
Contexto de la Reforma Judicial
La Reforma al Poder Judicial introdujo un mecanismo de elección popular para jueces, magistrados y ministros, con el objetivo de democratizar el acceso a los cargos judiciales. Este sistema ha sido objeto de debate debido a las posibles implicaciones que podría tener sobre la independencia del Poder Judicial.
Aguayo Bernal fue una de las principales voces en contra de este modelo, argumentando que se trataba de una estrategia política para someter al Poder Judicial a los intereses del partido en el gobierno. No obstante, su postulación implica aceptar las reglas de un sistema que ella misma describió como ilegítimo. Si bien su derecho a postularse está garantizado, su candidatura representa un giro inesperado para alguien que lideró la resistencia contra la misma reforma que ahora busca aprovechar para su beneficio político.
Comentarios