En el corazón de Veracruz, estado bendecido con recursos naturales y hogar de la imponente planta nuclear de Laguna Verde, se vive una paradoja que clama por atención inmediata: mientras la entidad es un importante productor de energía eléctrica para el país, sus habitantes sufren bajo el peso de tarifas eléctricas exorbitantes.
Esta situación no solo raya en lo absurdo, sino que representa una injusticia flagrante para los veracruzanos, los cuales bimestre con bimestre ven como tienen que destinar una cantidad mayor para el pago de los recibos de energía eléctrica. Lo mismo sufren algunos comercios, principalmente los pequeños y medianos, los cuales han sido golpeados por las vicisitudes económicas derivadas de los altos costos operativos, los cuales se han vuelto insostenibles.
¿Cómo es posible que un estado que alberga una de las instalaciones de generación eléctrica más importantes del país no pueda garantizar tarifas justas para sus ciudadanos? La respuesta, lamentablemente, parece residir en una mezcla tóxica de burocracia, corrupción, falta de voluntad política y un sistema tarifario que ignora las realidades regionales.
¿Cómo es posible que una casa de interés social, en muchas ocasiones, esté pagando tarifas mucho más altas que una lujosa residencia? Los veracruzanos no están pidiendo privilegios; están exigiendo justicia. La presencia de Laguna Verde en su territorio no solo debería ser motivo de orgullo nacional, sino también una fuente de beneficios tangibles para la comunidad local. En lugar de eso, se ha convertido en un recordatorio constante de las oportunidades perdidas y las promesas incumplidas.
Es hora de que nuestros representantes populares despierten de su letargo y actúen con la urgencia que la situación demanda. Las voces de los ciudadanos se alzan cada vez más fuertes, exigiendo una revisión y reducción de las tarifas eléctricas. No se trata de un capricho, sino de una necesidad vital para el bienestar económico y social de Veracruz.
CUATRO RAZONES INNEGABLES PARA REDUCIR LAS TARIFAS ELÉCTRICAS EN VERACRUZ
En medio del debate sobre las altas tarifas de energía eléctrica en Veracruz, es crucial que nos detengamos a analizar los argumentos que respaldan la necesidad urgente de una reducción. Más allá de ser una simple demanda popular, existen razones sólidas y contundentes que justifican esta medida. Permítanme exponer cuatro puntos que, en mi opinión, no dejan lugar a dudas sobre la importancia de esta reducción.
Justicia geográfica: El derecho de Veracruz a un trato preferencial: Veracruz no es un simple consumidor de energía; es un productor clave en el panorama energético nacional. La presencia de la planta nuclear de Laguna Verde en nuestro territorio no es un detalle menor. Es el símbolo de nuestra contribución significativa a la seguridad energética del país. ¿Acaso no merecemos, como estado, un trato similar al que disfrutan otras regiones productoras de recursos energéticos?
Pensemos en estados petroleros como Campeche o Tabasco, donde históricamente se han implementado tarifas preferenciales. ¿Por qué Veracruz, con su importante aportación al sector eléctrico, debería quedarse atrás? La justicia geográfica no es un concepto abstracto; es un principio que debe traducirse en beneficios tangibles para quienes asumen la responsabilidad de ser productores de energía.
Estímulo económico: El efecto dominó de las tarifas reducidas: Reducir las tarifas eléctricas no es simplemente un alivio para el bolsillo de las familias veracruzanas; es una inyección de vitalidad para toda nuestra economía local. Imaginen por un momento el impacto que tendría en nuestras pequeñas y medianas empresas. Estos negocios, que son el corazón pulsante de nuestra economía, podrían ver reducidos sus costos operativos de manera significativa.
¿Qué significa esto en términos prácticos? Significa que la panadería de la esquina podría mantener sus precios sin sacrificar calidad. Que el taller mecánico local podría invertir en mejor equipamiento. Que el pequeño restaurante familiar podría ampliar su plantilla. En resumen, las tarifas más bajas se traducen en negocios más saludables, una economía más robusta y, por ende, una mejor calidad de vida para todos los veracruzanos.
Competitividad regional: Veracruz como imán de inversiones: Veracruz tiene todo para ser un gigante económico: una ubicación geográfica envidiable, recursos naturales abundantes, una fuerza laboral dedicada. Sin embargo, los altos costos energéticos actúan como un último que frena nuestro potencial. Reducir las tarifas eléctricas no es solo una medida de alivio interno; es una declaración al mundo de que Veracruz está abierto a los negocios.
Con costos energéticos competitivos, nuestro estado se convertiría en un destino aún más atractivo para inversores nacionales e internacionales. Imaginen los parques industriales llamativos, las nuevas fábricas generando empleos, los centros de innovación eligiendo Veracruz como su hogar. No estamos hablando de un sueño lejano, sino de un futuro alcanzable si tomamos las decisiones correctas hoy.
Compensación por riesgos: Un trato justo para los veracruzanos: No podemos ignorar una realidad, albergar una planta nuclear como Laguna Verde conlleva ciertos riesgos. Aunque se tomen todas las medidas de seguridad posibles, la mera presencia de esta instalación implica que los veracruzanos asuman una carga adicional en nombre de la seguridad energética nacional.
¿No es justo, entonces, que esta contribución sea reconocida y compensada? Tarifas eléctricas reducidas no son un privilegio en este contexto; son una forma de equilibrar la balanza. Es el reconocimiento tangible de que los veracruzanos están haciendo más que su parte en el panorama energético del país. Es decir: “Gracias por su servicio a la nación, aquí está su merecida recompensa”.
Es imperativo que nuestros legisladores y funcionarios públicos tomen cartas en el asunto. Deben gestionar ante la Comisión Federal de Electricidad y las autoridades federales pertinentes una revisión urgente del esquema tarifario para Veracruz. No se trata solo de números en una factura; estamos hablando del bienestar de las familias, de la supervivencia de los negocios, del futuro de nuestro estado. La energía que Veracruz produce debe, ante todo, servir a los veracruzanos.
La energía eléctrica no es un lujo, es un derecho y una necesidad básica en el mundo moderno. Es inaceptable que los veracruzanos tengan que elegir entre pagar la luz o poner comida en la mesa. La reducción de tarifas no es una dádiva; es un acto de justicia largamente postergado. La reducción de tarifas eléctricas no es un capricho ni una petición infundada, pues viene respaldada por argumentos sólidos de justicia, economía y equidad
El tiempo de las excusas ha terminado. Los ciudadanos exigen a sus representantes convertir esta demanda en realidad. La paradoja eléctrica de Veracruz debe llegar a su fin. El potencial de nuestro estado es inmenso, pero necesita el combustible adecuado para despegar. Tarifas eléctricas justas y competitivas son ese combustible. Es momento de actuar, de convertir estos argumentos en realidades palpables. Solo así podremos decir que estamos construyendo un Veracruz más próspero, justo y brillante para todos.
LOS ENGRANES
ENGRANE #1.- La reducción de tarifas eléctricas ha sido una bandera política utilizada por muchos que han aspirado a cargos de elección popular, muchos no llegaron a los espacios de toma de decisiones, pero los que si llegaron simplemente voltearon la vista y olvidaron las promesas realizadas, ante ello, urgen a principalmente a morena, aprovechando la fortaleza política que tienen actualmente, para que atienda con celeridad una demanda que ha sido aplazada por décadas.
ENGRANE #2.- A propósito del tema de la energía eléctrica en Veracruz, algo que está echando chispas, es el enfrentamiento constante que hay entre los Yunes y algunos actores políticos de morena. Recientemente, Miguel Ángel Yunes Linares, ex gobernador del estado, calificó como una bajeza las acciones legales emprendidas en contra de sus hijos, precisó que se trata de una persecución política, y sentenció que en su momento cobrará las facturas. Por cierto, los Yunes, han sido algunos de los que han usado como bandera política el tema de la reducción de tarifas eléctricas.
ENGRANE #3.- Quien tambien prometió la gestión de tarifas eléctricas justas para los veracruzanos es el actual gobernador de la entidad, Cuitláhuac García Jiménez, el que por cierto expresó que son “puro show” las supuestas denuncias interpuestas por Yunes Linares contra su persona, las cuales son por incumplimiento de un deber legal y abuso de la fuerza pública.
ENGRANE #4.- De quien los ciudadanos esperan mucho es de la Ing. Rocío Nahle, la cual conoce perfectamente sobre el tema energético en el país y la entidad, por lo que le solicitan emprenda, una vez que asuma la gubernatura, todas las acciones posibles para hacer una realidad tarifas eléctricas acordes a la realidad que vive el estado de Veracruz.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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