Los niveles de podredumbre también aplican en la política, el PRI, por ejemplo, con las arbitrarias modificaciones a sus estatutos, y con ello la puerta abierta que se le deja a Moreno Cárdenas para su reelección al frente de la diligencia otros 8 años más, amerita un olor a muerto. Por otro lado, en el Poder Judicial lo podrido abunda; sin embargo, puede y debe reformarse y cambiar de aquel olor de fetidez a una fragancia de democratización.
En las próximas semanas se estará aprobando la Reforma al Poder Judicial y a pesar de las múltiples asambleas informativas y de lo que se informa en la mañanera, la guerra mediática en contra del cambio a uno de los 3 poderes del Estado Mexicano ha creado diversos mitos entorno a esta misma. En este texto abordaré 2 de ellas que se centran en el corazón de la Reforma, la elección popular de ministros, magistrados y jueces:
- “La Reforma Judicial atenta contra la democracia toda vez que le quita la autonomía e independencia a los juzgadores”.
¿De que clase de autonomía e independencia goza en estos momentos el PJF? Evidentemente, esta iniciativa no fue un invento del Presidente o de Morena para controlar al Poder Judicial; este es un debate legítimo y de años atrás. Comentaristas como Alexander Bickel han criticado que la “independencia” Judicial actúa sobre la soberanía popular.
Así mismo, el mecanismo en que se elegirán no involucra a partidos políticos y mucho menos presupuesto público, dejando como único medio para darse a conocer tiempos de radio y televisión. En el caso de las y los Ministros, serán propuestos en igual numero por los 3 Poderes; Ejecutivo, Legislativo y Judicial, 10 cada uno para que posteriormente, estos sean votados.
- “De aprobarse la Reforma no habrá gente competente en el Poder Judicial”
Se ha hecho creer que todo político y persona podrá participar como candidato en los cargos de Ministro, Magistrado y Juez; no puede haber desconocimiento más profundo sobre la Reforma. Los requisitos que establece la constitución para dichos cargos son inamovibles. En el articulo 95, por ejemplo, se establecen los requisitos que deben cumplir Ministros y Ministras tal y como la edad necesaria, ser licenciado en derecho, entre otras. La iniciativa no hace cambios en tales requisitos.
A este punto del debate, el poder que se pensaba intocable es ahora centro de discusión en la que el consenso social es que urge una Reforma al Poder Judicial. Los cambios que plantea la iniciativa llaman a más propuestas, que esperan abarcar lo local de igual forma que esta iniciativa lo plantea en lo Federal. Pero sin duda, la democratización del Poder Judicial es el camino del rendimiento de cuentas y de una esperanza hacia mayor justicia.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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