El ministro González Alcántara propone un plan paliativo para erradicar la corrupción en el Poder Judicial, pero el pueblo, cansado de sus promesas huecas, les advierte que ya es demasiado tarde y que el Plan C va.
El día de ayer se llevó a cabo el segundo foro para la discusión de la Reforma al Poder Judicial propuesto por el Presidente López Obrador y en donde el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Juan Luis González Ancántara, criticó las reformas, señalando que no funcionarán.
El ministro, claramente en contra de perder sus privilegios, mencionó que una sala de 5 magistrados no puede revisar el actuar de más de 1 mil 600 personas juzgadoras, por lo que recomendó “cerrar las puertas de la corrupción desde la carrera judicial”.
Las declaraciones del ministro no fueron bien vistas por el pueblo de México, y es que mencionan que ya no es momento de tratar de reparar los daños que han causado a la impartición de justicia, sino que es momento de darle la “estocada final” a la corrupción en el máximo tribunal mediante el Plan C de la Cuarta Transformación.
“Solo esperaban los resultados del 2 de junio para hacer de las suyas, pero no se les cumplió. Su tiempo se acabó”.
También se leen comentarios que con justa razón, desestiman las palabras de González Alcántara, y es que la población mexicana no confía en la palabra de la elite dorada de la SCJN, señalando desde ahora que son medidas que nunca cumplirían.
Otros también lamentan que ahora los altos funcionarios del Poder Judicial salgan con estos pretextos, aún cuando ellos mismos son los que se han encargado de viciar al que debería ser el máximo tribunal del país.
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