Tras el discurso nacional del presidente Javier Milei, que proclamaba una mejor económica en medio de una crisis que ha agravado la pobreza hasta casi alcanzar el 50% de la población, la población muestra su descontento. Ante esto, se escucharon cacerolazos desde balcones y ventanas en Buenos Aires rechazando el mensaje desconectado de la realidad.
El presidente Milei intentó mitigar el descontento destacando que Argentina logró, por primera vez en 16 años, un superávit fiscal en el primer trimestre de 2024. Opositores y periodistas señalaron que el supuesto equilibrio fiscal proviene de recortes drásticos en áreas críticas como las jubilaciones, reducidas en un 35%, y una significativa reducción en la obra pública que afecta negativamente a la industria de la construcción. Además, el gobierno pospuso pagos a deudas millonarias con empresas energéticas y congelado salarios, al tiempo que ha despedido a trabajadores estatales.
En contraposición a estos recortes, el gobierno autorizó aumentos de hasta un 500% en tarifas de servicios básicos, exacerbando la presión sobre los ciudadanos, incapaces de enfrentar estos costos.
Además, Milei destacó una desaceleración en la inflación, citando una reducción del índice de precios al consumidor de 25% en diciembre a 11% en marzo. Este dato es visto con escepticismo, ya que la inflación en noviembre era del 12% y el propio Milei fue responsable de la subida a 25% en diciembre, incremento que no reconoció en su discurso y atribuyó a administraciones anteriores.
La situación económica, lejos de mejorar, sigue siendo una de las más desafiantes a nivel mundial, impactando diariamente en la vida de los argentinos que enfrentan precios cada vez más altos en alimentos y servicios básicos.
Este escenario dio lugar a la marcha universitaria, que se anticipa será masiva. La movilización, liderada por estudiantes, docentes y rectores de las 55 universidades públicas del país, defiende la educación pública y gratuita y denunciar los severos recortes en financiamiento que amenazan la continuidad académica de miles de estudiantes. A esta protesta se sumarán organizaciones sindicales, sociales, de derechos humanos, partidos políticos, periodistas, escritores, artistas y otros colectivos en un frente unido contra los ajustes impuestos por el gobierno de Milei.
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