El PRI sigue perdiendo terreno a lo largo y ancho del país. Luego de que se quedara sin representación en el Congreso de Veracruz, donde su candidato no prende ni con leña seca, ahora es Puebla el estado donde ya no tendrá representación parlamentaria el tricolor.
En Puebla eran seis diputados locales del PRI, pero renunciaron cinco, lo cual invalida su representación popular y se queda sin presencia en el legislativo de la entidad.
El tricolor se desmorona en esa parte del país irremediablemente. Tanto en Veracruz como en Puebla, sus respectivos candidatos a la gubernatura carecen de sustento legislativo, lo cual les resta no sólo presencia sin defensa de frente a la competencia electoral.
Poco a poco el PRI se desvanece en la escena política del país, acumulando errores de su dirigente y una historia que es más pesada que su presente y un lastre para el futuro.
La resurrección de personajes más cercanos al cadalso que al triunfo electoral, obliga a ver al PRI como algo que sucedió en el pasado lejano, la conducta corrupta de su dirigente nacional es de todos conocida y el impedimento a que nuevos cuadros puedan tener acceso a las candidaturas los muestra como personajes que lejos de buscar una representación popular desean un fuero que les mantenga en la impunidad acostumbrada.
Desde Beltrones hasta el propio Alito, tienen un pie en la cárcel y obtener sus senadurías plurinominales les hace ganar tiempo para preparar su defensa y evitar la cárcel, por lo menos mientras pasan los seis años de su gestión que les significa no sólo evitar el castigo de la justicia sino seguir viviendo del erario. Es decir, los mexicanos seguimos manteniendo zánganos priistas.
Así, puede verse que el principal contrincante del PRI son sus excesos, su adicción por la corrupción, la certeza de su impunidad ancestral, por eso se derrumba desde antes de que empiecen las campañas, de tal manera que, llegada la fecha de la jornada electoral, podría perder buena parte de su militancia que pasa a otros partidos.
La derrota de los priistas es tan grande que crearon cuentas falsas de las redes sociales donde gastan un millón de dólares a la semana para tratar de desprestigiar a la actual y la próxima administración de Morena. Sólo con trampas pueden tener presencia, y están acostumbrados a vivir de la trampa y el fraude.
La desaparición de Congresos locales continuará así como las desbandadas de priistas que emigran a otros partidos o simplemente renuncian a la política por falta de opciones. Otros, no pueden afiliarse a otras organizaciones por la mala fama que tienen, y a pesar de que ofrezcan beneficios o ganancias, los partidos les niegan su ingreso.
Los priistas se avergüenzan del origen de sus familiares priistas que aunque con la misma tenencia conservadora y proclive a la corrupción, niegan en todo lo posible su sangre tricolor. Este es el caso de Vivianne Clariond, quien es regidora en el municipio de San Pedro Garza García, Nuevo León y se postula como candidata, independiente a la presidencia municipal de ese lugar.
Esconde hasta donde puede ser hija del ex gobernador priista, Benjamín Clariond quien fuera gobernador por el PRI, pero secretario de Estado con el PAN, en el periodo nada menos que de Vicente Fox. Toda una fichita.
El PRI empieza a negar su herencia y con esto el futuro de su estirpe que no muestra ser diferente al pasado y a los viejos vicios.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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