Mucho se ha hablado desde la madrugada del pasado sábado acerca de la decisión de MORENA de elegir a Clara Brugada como la virtual candidata a gobernar la Ciudad de México y me parece que lo primero que hay que destacar es que el proceso va más allá de la serie de especulaciones que se formaron en torno a la figura de Omar García Harfuch. Uno de los principales elementos a destacar es la actitud del ex secretario de Seguridad Ciudadana de la capital más importante del país pues si bien las encuestas lo colocaron como el triunfador, lo cierto es que, sin aspaviento alguno, aceptó la imposición de género que bien le vale un reconocimiento sincero y me parece que la propia Clara Brugada, generosa en la victoria, le concede tal reconocimiento.
Pero el proceso ya quedó en el pasado y toca ahora exigir desde las bases el proceso de unidad que, por cierto, tendrá que ser conducido por la propia Clara Brugada pues los intereses de grupo al interior de MORENA van a generar una nueva correlación de fuerzas que tiene que tratarse con sumo cuidado. Dicha correlación se tornará interesante pues no faltará quién pretenda amarrar acuerdos más para cuidar la parcela que para consolidar el objetivo indiscutible que hoy debe mover a todos: ganar la ciudad de manera contundente y aportar perfiles adecuados para hacer realidad el plan C que requiere el país para el próximo sexenio.
Estando así las cosas, menuda tarea tiene frente a sí la camarada Brugada pues habrá quienes quieran adjudicarse su designación desde una visión triunfalista y tratarán de generar un ambiente de soberbia que poco abonará al movimiento. Sin embargo, habemos muchos que confiamos en que la compañera emanada de la lucha social tendrá la capacidad de conjuntar los esfuerzos de las bases militantes sin que eso precisamente signifique someterlas a la voluntad de los dirigentes, muchos de ellos ya con actitudes decimonónicas que retrasan el proceso de consolidación de la izquierda en la capital y a quienes en buena medida se les debe hacer responsables del fracaso en el 2021. Sin embargo, no se trata de dar paso a un proceso de exclusión, sino de colocarlos en su justa dimensión pues lo que está en juego es el proyecto como hemos mencionado muchas veces y no las victorias electorales. Ahí radica precisamente la verdadera fuerza de Clara Brugada, el haber construido desde una alcaldía las aspiraciones de los sectores más menospreciados de la ciudad para darles voz y colocarlos en el camino hacia la emancipación a partir de políticas públicas adecuadas y no bajo la ambición por los cargos públicos que se fueron convirtiendo en la principal merma de la izquierda en la capital del país.
Así que contrario a la propaganda que la oposición trata de vendernos desesperadamente en la ciudad, este proceso fortaleció el proyecto de ciudad que defendemos sin que eso quiera decir que no hay perdedores o que no se lastimaron a algunos personajes; efectivamente al interior de MORENA los hay, como sucede en cada democracia, empero, de cara al 2024, lo que se fortalece es la identidad de izquierda que ha caracterizado a la CDMX desde que el Ingeniero Cárdenas llegó a la jefatura de gobierno en 1997. Por lo tanto veremos en los próximos días la manera en que se irá agrupando militancia y simpatizantes para reivindicar al movimiento y demostrar que el 2021 sólo fue un desastroso accidente que no se volverá a repetir en 2024, los propios electores no lo permitirán.
Por supuesto que hay varios peros, siempre los hay, entre esos indudablemente están los cacicazgos que rechazarán la posibilidad de dar paso a nuevos actores, pero estoy convencido que tanto Sheinbaum como Brugada irán generando el ambiente propicio para incluir a las fuerzas que han sido rechazadas por unos cuantos que se creen dueños del movimiento. Este clima de unidad comenzará a materializarse desde las candidaturas que se definirán próximamente, a pesar de que las encuestas siguen sin convencer por completo a la militancia. Quizá después de este proceso se hará necesario revisar hasta que punto las encuestas son la mejor opción para definir las propuestas.
Sea como sea, hoy arranca una nueva etapa en la contienda político electoral por la Ciudad de México que demuestra más sólido al morenismo frente a la figura amorfa del bloque opositor al que se le acabó el tiempo.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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