La migración es el alma palpitante de América Latina. Esta región, arraigada en una profunda diversidad cultural y riqueza, ha sido testigo de innumerables olas de movimiento humano a lo largo de la historia. Hoy, este fenómeno, que no conoce fronteras, es tema de conversación y preocupación a nivel mundial. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) nos ofrece cifras inquietantes a través de su Resumen Regional Anual del Proyecto de Migrantes Desaparecidos.
Lo que resalta de manera impactante es que la frontera entre Estados Unidos y México se ha convertido en la ruta terrestre más peligrosa del mundo. Pero no debemos detenernos ahí; este no es un problema aislado. Migrantes de todas las esquinas del continente americano enfrentan desafíos similares, y es en este contexto que el liderazgo del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al convocar el “Encuentro por una Vecindad Fraterna y con Bienestar,” se vuelve más importante que nunca, ya que la migración es un problema que debe ser abordado de manera conjunta, involucrando a Estados Unidos.
América Latina ha sido testigo de una preocupante crisis humanitaria en su frontera con Estados Unidos. El último informe anual de la OIM revela datos preocupantes: La ruta que cruza el inhóspito desierto entre ambos países se ha convertido en la más letal para los migrantes en todo el mundo. Historias de desapariciones y tragedias resuenan dolorosamente en nuestros oídos, recordándonos la urgente necesidad de encontrar soluciones efectivas.
Sin embargo, la historia no termina aquí. Otras rutas migratorias a lo largo del continente americano también necesitan nuestra atención. Desde el éxodo de los venezolanos huyendo de una crisis inabordable hasta la migración de nicaragüenses y cubanos en busca de un futuro mejor, América Latina es un mosaico de esperanzas y desafíos. La migración se entrelaza en la realidad latinoamericana de manera intrincada y merece soluciones regionales.
El hecho de que se haya registrado un récord de más de 2 millones de detenciones de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México en un año es alarmante. Pero; ¿Por qué ha ocurrido este aumento? En un mundo donde el cambio climático se hace más evidente y los problemas económicos y la represión política ahogan naciones enteras, los migrantes se ven empujados por la desesperación a emprender peligrosos viajes hacia lo desconocido. Es importante recordar que durante la administración de Donald Trump, se restringió en gran medida el acceso al asilo, lo que obligó a muchos migrantes a buscar rutas más peligrosas y menos convencionales. Esto nos lleva a una pregunta fundamental: ¿Cómo podemos garantizar la protección de quienes buscan un futuro mejor?
En este contexto, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha dado un paso audaz al convocar al “Encuentro por una Vecindad Fraterna y con Bienestar.” La importancia de esta reunión de once mandatarios y cancilleres de América Latina, Centroamérica y el Caribe radica en su capacidad para abordar de manera conjunta el creciente flujo migratorio. López Obrador entiende que es necesario respetar los derechos humanos, ofrecer opciones y proteger a los migrantes. Su propuesta adquiere un significado especial cuando subraya la urgencia de atender las causas profundas de la migración en lugar de enfocarse en construir muros o militarizar las fronteras. Su enfoque apunta a trabajar en colaboración con Estados Unidos y otros países para abordar el fenómeno migratorio en su origen, como él mismo destaca: “El migrante no se aventura por elección, lo hace por necesidad. Entonces, ¿Por qué no atender esas necesidades en sus comunidades y ciudades de origen?”
La migración es un tema que requiere soluciones urgentes y cooperación. El “Encuentro por una Vecindad Fraterna y con Bienestar” podría marcar el comienzo de una respuesta conjunta al desafío de la migración que afecta a personas provenientes de todos los países del continente americano. Más allá de las políticas restrictivas, la fraternidad y la atención a las causas profundas son lo que marcará la diferencia en la lucha contra esta compleja problemática.
El continente americano es un crisol de sueños y desafíos, y México al convocar esta reunión trascendental ofrece un rayo de esperanza en medio de la tormenta. Mientras los líderes se reúnen el 22 de octubre en Palenque, Chiapas, el mundo observa con atención. La historia de América Latina se encuentra en un momento crucial, sólo el tiempo dirá si este encuentro logrará cambiar el rumbo de la migración en la región, contando con la cooperación de Estados Unidos y todos los países del continente.
- La columnista es Maestra en Derechos Humanos y Garantías Individuales, Subdirectora Ejecutiva en la Unidad de Desarrollo Comercial del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, ex Secretaria de la Mujer Oaxaqueña, contáctala en Facebook: MUMA Mariuma Munira, Twitter: @MariumaMunira
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